Mu Qing intervino:
—Es solo que el Maestro Bo no parece tenerte en alta estima. No creo que te esté faltando al respeto intencionadamente...
—He escuchado que la salud del Abuelo no es muy buena. Me gustaría visitarlo y ver cómo está. ¿Podrías llevarme contigo mañana cuando vengas a buscar a Hermana? —preguntó Cheng Yuqi.
—No será necesario —los oscuros y profundos ojos de Bo Yi transmitían indiferencia—. El Abuelo quiere ver a mi prometida, no a ti.
Cheng Yuqi no había anticipado un rechazo tan directo. Aunque su corazón dolía, se aferraba a un atisbo de esperanza:
—Como el prometido de Hermana, solo estaría representando a la Familia Cheng... Yi, ¿podría disculparme con el Abuelo en persona?
Cheng Yuqi miraba a Bo Yi con expectativa, esperando una respuesta favorable.
Sin embargo, el comportamiento de Bo Yi emanaba un frío glacial. Bajo sus largas pestañas, su mirada titilaba con intensidad: