Durante la mañana de un día soleado, se escuchó como unos caballos llegaban a la entrada del hogar de Ezio, los caballos tiraban de un lujoso carruaje el cual era conducido por un guardia de mirada seria.
Del carruaje se bajaron dos de los niños Silva, Nebra de 14 años y Solid que apenas acababa de cumplir los 8.
Su mirada reflejaba un claro disgusto, no podían imaginarse vivir en el campo lejos de su mansión, sirvientes y todos los otros lujos que tienen al ser de la realeza.
Ante el ruido la familia Barone o al menos los que estaban presentes (Antonella, Lía, Hanna y Ezio), salieron a recibir a los nuevos integrantes temporales de su hogar.
Antonella.- H-hola niños, recibimos la carta de su madre, parece que tiene mucho trabajo, no se preocupen, aquí podrán descansar sin problemas.
Nebra.- No hay de otra...
Solid.- No puedo creer que nos tengamos que quedar aquí, no se si pueda dormir sin mi Nana.
Ezio.- Su madre los mandó aquí para que ya no dependieran de su niñera, espero que estén preparados para trabajar!.
Los niños Silva se asustaron ante las palabras de Ezio, no iban a ser irrespetuosos con sus anfitriones, pues recordaban bien lo que habían hecho por ellos, sin embargo no dejaban de sentirse incomodos ante el brusco cambio de vida todo por un capricho de su madre.
Solid y Nebra Silva ya estaban adaptándose a su nuevo estilo de vida en el campo, lo cual no fue tarea fácil.
Su trabajo consistía en recorrer largas distancias para repartir la leche Barone en toda la región.
Su curiosidad era cada vez mas grande al ver que nunca veían a las vacas de donde sacaban tanta leche, además de que era realmente deliciosa, sin embargo su curiosidad se redujo al concluir que se trataba de alguna magia de campo extraña.
Lo que les llamó más la atención fue la cantidad de dinero ganada, no era ningún chiste considerando que eran el único distribuidor de leche en una gran región de la frontera del Reino.
Nebra.- E-Ezio, se que es algo grosero preguntar por algo como esto pero, ¿De donde sacan tanta leche? es con magia?
Ezio.- Mmmm no exactamente, tantas ganas tienes de saber?
Ezio.- Bueno, vamos al establo ahí te mostraré.
Momentos después Ezio abrió la puerta del establo y mostro la escena. Antonella y Lía estaban desnudas estrujando sus pechos mientras la hija pequeña, Hanna, recolectaba los grandes chorros de leche que salían.
Nebra.- ¿C-Como?! Es leche materna?! ¿Cómo pueden vender leche materna?!
Ezio.- No tenemos vacas, ¿Qué más podríamos hacer?
Nebra.- Pero no es correcto!
Ezio.- Quien lo dice? estamos solucionando un problema de la región y estamos saliendo de la pobreza, además tu también la has probado, es deliciosa cierto?
Nebra.- Puede que eso sea cierto, pero está mal, la gente no sabe lo que está tomando, además, como pueden sacar tanta leche?!
Antonella.- De eso se encargó Ezio, uso su habilidad para hacer que sacáramos litros de leche.
Ezio.- Si, recuerdas cuando salve a tu madre en el bosque hace años? fue con mi habilidad para transformar cuerpos.
Antonella.- Aunque tocando el tema Ezio... hay un problema, no creo que alcancemos al cubrir el pedido esta vez.
Antonella.- Son demasiadas las botellas que debemos de llenar y solo somos Lía y yo.
Ezio.- Cierto, además necesitan descansar... Ya se! Nebra! te gustaría dejar de repartir leche?
Ezio.- Si! Solo tienes que ordeñarte como mi madre y mi hermana para vender tu leche, que dices?
Nebra.- Que?! Pero yo no saco leche! no puedo! además no los tengo tan grandes como tu hermana!.
Ezio.- De eso me encargo yo!
Ezio se acercó a Nebra y metió su mano dentro del vestido de la chica, unos segundos después, el pecho plano de Nebra comenzó a crecer hasta ser casi del mismo tamaño que su cabeza, su vestido terminó roto mostrando unos hermosos pezones rosados con una gota blanca de leche en la punta.
Ezio.- Ahí está! que te parece? ahora ya podrás ayudarnos!
Nebra.- E-Espera un momento! aun no dije que aceptaba!
Ezio.- Por que no? así dejarías de caminar tanto y seguirías trabajando como quiere tu madre, obviamente te pagaré un sueldo.
Nebra.- No busco un sueldo! soy de la realeza! lo que quiero es que la gente sepa de donde viene lo que están tomando!
Ezio.- Que?! Por que quieres eso?
Nebra.- No me siento bien sabiendo que estamos engañando a la gente.
Ezio.- (De donde salió esta actitud tan honesta?) Bien, ayúdanos y le diremos a la gente la verdad sobre lo que están tomando.
Nebra.- Bien! trato hecho.
Antonella.- Eh Ezio... es genial que Nebra se nos una pero dudo que una persona más resuelva el problema.
Ezio.- Cierto, tenemos que buscar a alguien más... Ya sé! pero será difícil convencerla...
Ezio se encontraba dirigiéndose a un lugar, con su cargamento de leche recién ordeñada, esperaba convencer a la chica elegida para ser la nueva "vaca" para sacar a flote la producción necesaria.
Una vez entregó el pedido, se animó a hablar.
Ezio.- Se que lo que estoy a punto de decir es algo incoherente, reprobable y puede que hasta sea una blasfemia, pero por favor, necesito que usted sea mi nueva Vaca Lechera! Sister Lily!
Lily.- EHH??!!!! Co-como que vaca?!
Ezio.- Cierto... no le he contado, me adelante un poco. Acompáñeme!
Con la confusión del momento la Hermana Lily acompañó a Ezio hasta su casa, no fue rápido debido a la lejanía de ambos pueblos, sin embargo llegaron poco antes del anochecer.
Ezio.- Aquí estamos Hermana, el granero de mi familia.
Lily.- Por que estamos aquí Ezio? no respondiste a mis preguntas en todo el camino, ¿Qué sucede?
Ezio.- Será más sencillo explicarle una vez que lo vea por si misma.
El chico abrió la puerta del granero y la escena era surreal, la madre, hermana mayor y una chica de cabello plateado, todas con grandes pechos eran siendo ordeñadas para rellenar un sin fin de botellas las cuales eran ordenadas por la hermana menor Hanna y un joven chico de cabello plateado.
Lily.- ? que?.... que se supone que significa esto?!
Ezio.- No es necesario alarmarse tanto Hermana, esto es la producción de la Leche Barone, ordeñada de las vacas de la mas alta calidad!.
Lily.- Esto es lo que vendes?! Esto es lo que todos tomamos a diario?
Lily.- No!! Está mal Ezio, esto no debería hacerse!.
Ezio.- Por que no? Hasta donde sé lo mas recomendable para un recién nacido es beber leche materna no? por que es diferente para un adulto?
Lily.- Pe-pero no es todo! No sabemos que puede causar a largo plazo...
Ezio.- Hasta donde se esto a ayudado a alimentar a todos los niños de la región, incluyendo a los niños del orfanato, además de que es deliciosa no lo cree?
Lily.- Bueno... puede que si sea algo deliciosa pero...
Ezio.- No se preocupe Hermana, esto es algo que beneficia a todos, vamos salude a mi familia.
Tanto el chico como la monja se acercaron a las "vacas lecheras" las cuales estaban distraídas estrujando sus pechos para sacar esa leche infinita que parecía nunca acabar.
Antonella.- Oh! Hermana, que agradable que haya venido a visitarnos.
Lily.- Eh si... como se encuentran?
Mientras que la Hermana conversaba con la madre de Ezio no despegaba la mirada de su pecho el cual parecía una fuente interminable de deliciosa leche.
Antonella.- Quiere intentarlo?
Antonella.- Ordeñarnos, quiere probar?
Lily.- Oh no! no gracias, así estoy bien.
Antonella.- Vamos! no sea tímida, me ha estado viendo desde que entró, se que tiene ganas, después de todo es la misma leche que ustedes toman.
Ante una tímida monja, Antonella jaló de sus brazos y la sentó delante de ella, dirigió sus manos a sus pechos y los estrujó haciendo que un chorro de leche mojara la cara de la chica.
Ezio.- Es hipnotizante cierto? y más cuando la prueba directamente de la fuente.
Ezio tomó uno de los pechos de Antonella y comenzó a chuparlo saboreando la leche pero al mismo tiempo dándole placer a su madre la cual no pudo esconder los gemidos.
La escena encendió algo dentro de Lily, no era normal, no estaba bien, eran madre e hijo pero lo que hacían era sumamente raro y morboso, sin embargo eso fue lo más emocionante.
La monja tuvo un ligero pensamiento... "Aquí no me juzgarán".
Ante la valentía que sintió al pensar eso, acercó su boca a los pezones de Antonella y comenzó a probarlos, la leche brotó casi al instante dándole un sabor dulce que incitaba a probar más y más.
Sin saberlo, la Hermana Lily se estaba tocando por encima de su ropa, mojándose cada vez más, dando un espectáculo a los presentes.
Ezio no pudo evitar ponerse duro, una monja chapándole los pechos a su madre no era cualquier cosa y aprovecharía está oportunidad para llegar lo más lejos posible!.
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Espero que les guste el capitulo de hoy.
Díganme! ¿Qué quieren que Ezio le haga a la Hermana Lily en el próximo capitulo?!