Capítulo 21: Nos volvemos a ver

Nos llevó alrededor de dos horas el poder llegar a los alrededores del refugio, después de unas cuantas cuadras estaríamos de vuelta. Me recosté en el asiento.

—¿Cansada? —John me preguntó.

—Nah, solo estoy pensando.

Luego pasamos unos cuantos bloques. Mientras miraba por la ventana, había cenizas cayendo.

—¿Cenizas? —murmuré.

Cuando intenté buscar la fuente de las cenizas, me di cuenta del gran humo que parecía provenir de un incendio.

—¿Es en esa dirección? —John se cuestionó.

—¡Písale, John!

John pisó el acelerador en dirección del refugio, al menos lo quedaba de él. Manejamos a alta velocidad a través de varios bloques, hasta que finalmente logramos ver el refugio en la distancia. Bueno, lo que antes era un refugio, ahora solamente era unas ruinas envueltas en fuego.

—¿Qué diablos pasó aquí? —preguntó John, apenas siendo capaz de creer lo que sus ojos veían.

Detuvimos el auto a un bloque de distancia del refugio. Inmediatamente me bajé, asegurándome de tomar el rifle que había dejado en el asiento trasero. John hizo lo mismo que yo.

—¿Entonces cuál es el plan? —pregunté, al mismo tiempo que metía un nuevo cargador al rifle.

—Entramos y... —John tartamudeó—. No sé, buscamos supervivientes.

—Lidera el camino.

Ambos comenzamos a caminar hacia la entrada principal. La puerta estaba completamente derrumbada, había sangre en los marcos.

—No bajes la guardia —Dijo John, al mismo tiempo que ambos entrábamos.

Todas las carpas estaban destruidas, había sangre y cadáveres por todas partes. Se notaba que algunas personas habían muerto aplastadas por escombros, mientras otras habían sido devoradas vivas.

—Dios mío —no pude evitar sentir náuseas, al ver el panorama tan sangriento de lo que antes era un refugio seguro.

—Tenemos que seguir —John dijo, mientras seguía caminando a través de los cadáveres ensangrentados de los que antes eran sus amigos.

Le seguí el paso, aún con toda la destrucción.

Todo estaba en silencio, demasiado silencio.

"Algo anda mal".

No había ningún rastro de infectados. Ambos continuamos por los pasillos, hasta que pasamos por la cafetería. Yo me asomé por la puerta para el interior, adentro había más de lo mismo, escombros por todas partes, niños y adultos aplastados.

"Esto me da náuseas".

<Ta, Ta, Ta>

Un ruido metálico se escuchó haciendo eco en todo el lugar.

—¿Qué es eso? —preguntó John, buscando de dónde provenía el eco.

Poco después el eco se detuvo, pude escuchar muchas pisadas, acercándose a rápida velocidad, provenían del pasillo que llevaba a las oficinas. Inmediatamente, levantamos nuestras armas, y esperamos.

"¿Dónde están?"

Podía escuchar nuestra respiración, mi mano sudaba. No teníamos miedo de ellos, sin embargo, temíamos matarlos. Aquellas personas que ahora nos querían matar, habían sido nuestros amigos. Empezaron a salir de la esquina. Sabía que ahora eran monstruos, pero mi dedo dudaba, al ser el ejecutor.

"Lo siento. De verdad, lo lamento".

Presioné el gatillo hasta que sus cuerpos dejaron de moverse. Las balas comenzaron a impactar el cuerpo de los refugiados que ahora estaban infectados, parecía como si fuera un momento interminable, hasta que finalmente concluyó.

John tenía su mirada perdida, la última vez que lo vi de esa manera fue cuando aún estábamos en el medio oriente.

—¿Estás bien?

—Sí, no te preocupes, rubia. —me respondió John forzando una sonrisa.

"Las chicas no están entre los cuerpos", pensé después de revisar entre los caídos. Me sentía algo aliviada. Como si leyera mis pensamientos, John me sugirió:

—Lo único que nos queda es chequear mi oficina.

—En marcha —le respondí.

Continuamos el camino hasta la oficina de John. El pasillo de donde habían venido los infectados estaba repleto de sangre. Cada vez que veía este panorama, recordaba lo hermoso que era antes, también me llegaban recuerdos de las personas que vivían aquí.

"Les prometo que les protegeremos", Esa promesa vino a mi mente. Aunque no recordaba haberla hecho, de alguna forma sentía que había roto.

Ambos habíamos llegado al único lugar donde podía haber supervivientes. Parados ahí enfrente de la puerta, ninguno de los dos se animaba a abrirla. Yo decidí avanzar.

"Quién sea, que siga alguno vivo".

Puse mi mano en la manija de la puerta, lentamente empecé a girar el pomo. Al empujarla, tuve esa sensación de alivio que recorrió mi cuerpo, ahí estaban ellas. Vivas y a salvo.

—Hey...

—Sí que tardaste... Chloe —me dijo Jin.

—Ah, lo lamento...

"Qué alivio, que están bien..."

Hechos narrados por Jin —Ah Kim, después de la explosión en el refugio:

Logramos estabilizar de alguna forma a Lisa, pero no estoy segura de que aguante demasiado sin un doctor. Un ruido metálico comenzó a resonar en todo el refugio.

—¿Qué es ese ruido? —preguntó Mary, que tenía a Lisa descansando en sus muslos.

—No estoy segura. —respondí

"Ese maldito, todavía nos persigue." —Pensé

Después que el sonido metálico se detuvo, no pasó mucho tiempo antes de que se escucharan varias ráfagas de disparos. Los infectados que anteriormente estaban golpeando la puerta, ya no estaban ahí.

—¿Esos disparos podrían ser...?

—Sí, probablemente sean John y Chloe —Afirmó Mary. Mientras dibujaba una sonrisa en su rostro—. Ellos son los únicos locos que entrarían a un edificio derribado, y lleno de infectados, disparando como locos.

Desde la ventanilla ya cubierta de la puerta se podían ver dos sombras paradas. Una de las dos sombras se acercó a la puerta, después se escuchó la manija girar.

"Chloe, siempre haciéndonos esperar", era su cabello rubio y su hermosa forma. Chloe y John habían llegado.

—Hey...

—Sí que tardaste... —Le dije a Chloe, quizás ella no recuerde, pero siempre ha llegado a tiempo "para salvarme la vida".

—Ah, lo lamento... —Su mirada me hizo recordar aquel tiempo, aquella vez cuando casi la pierdo.

Deberíamos salir de aquí, ahora que podemos, antes que los infectados vuelvan, o peor... que "Él" vuelva.

—Deberíamos salir aquí.

—Sí, vamos. —John me dio la razón, al mismo tiempo que se acercaba a Mary y Lisa—. Mary me ayudó a ponerla sobre mi espalda.

Mary, Chloe y yo, sostuvimos a Lisa, para gentilmente ponerla en la espalda de John.

—Gracias, chicas. —Agradeció Lisa.

—No hay problema —le respondió Mary.

—Okay, salgamos de aquí —dijo Chloe, acercándose a la puerta.

Todos nos posicionamos detrás de ella.

—No oigo más infectados, pero tengan cuidado —Nos avisó Chloe, al mismo tiempo que salía y lideraba el camino—. Quédense cerca.

Empezamos a caminar detrás de ella, el lugar parecía vacío.

"Algo está mal".

Nos topamos con los cadáveres de los infectados que Chloe y John mataron.

—Oh Dios... —Mary se llevaba la mano a la boca para evitar vomitar.

—No los mires —Dijo Chloe, mientras caminábamos a través de los cadáveres de las personas que alguna vez conocimos—. Casi estamos llegando a la salida.

Narración de Chloe Taylor

Llegamos a la salida sin mayores problemas; al parecer, la suerte estaba de nuestro lado. Me detuve a unos pasos de la salida, miré hacia atrás.

—Salgan ustedes primero.

Ellos salían al exterior. Yo estaba a punto de seguirles el camino, pero escuché una voz detrás de mí.

—Nos volvemos a ver... Mono rubio.

Rápidamente, miré hacia atrás, al mismo tiempo que levanté mi rifle para apuntarle. Al ver a quién pertenecía la voz, no lo podía creer.

"¿Mark? No"

—¿Quién diablos eres? ¿O qué eres?

—¿Cómo este mono sigue vivo? —Mark divagaba.

Puse el dedo en el gatillo, me preparé para dispararle.

—Mono, yo no haría eso si fuera tú —Mark me miró fijamente—. A no ser que quieras morir por segunda vez.

—¿Morir? ¿De qué carajos hablas? —le pregunté a Mark, que solo me veía a los ojos como si estuviera analizándome.

—Oh, ya entiendo... —Mark volvía a divagar, una sonrisa macabra se reflejó en su cara—. Me imagino que esos son los beneficios de ser su mascota favorita.

"¿Mascota de quién? ¿de qué hablaba este malnacido?"

Comenzaron a escucharse unos pasos que se acercaban del exterior.

—Mono rubio, creo que yo me iré por ahora —dijo Mark, al mismo tiempo que saltaba al techo y se pegaba a la pared de forma inhumana, para después desaparecer en la oscuridad.

—¡HEY!

"¿Qué era eso? ¿Por qué me llamaba mono rubio? ¿Por qué Mark me amenazaba con hacerme volver a morir?"

—Dios mío —Murmuré para mí misma.

—¿Todo bien? —preguntó una voz.

Al voltearme hacia la salida, era Jin, estaba parada justo en la salida.

—Sí, estoy bien, vayamos con los demás.

Jin se quedó mirándome de forma extraña, después me sonrió y comenzó a caminar al auto. Al llegar, Mary estaba en el asiento de atrás junto a Lisa, y John estaba en el asiento del conductor. Jin abrió la puerta de atrás y se sentó, y yo volví a tomar el asiento del copiloto.

—Pensé que te había comido una bruja —me dijo John sarcásticamente.

—Solo pensé haber escuchado algo. —le respondí.

Me alegraba poder saber que John aún podía actuar como siempre, incluso en momentos como este.

—¿Dónde iremos ahora? —preguntó Mary. —Tenemos a alguien herida, pero ya no tenemos a dónde ir...

—No sé...

—Oigan, no se preocupen por esas cosas. —Interrumpió John con una sonrisa—. Les prometo que estaremos bien.

John encendió el auto, y comenzó a manejar. No sabíamos a dónde íbamos, pero de algo estaba segura... y es que... "Estaríamos bien". Miré a Jin y le dije con un sentimiento profundo:

—Todavía hay esperanza Jin... —ella me miró con ternura, y yo añadí: —La esperanza sigue en el fondo de la caja de Pandora...