Cuando Noah estaba en el mundo oscuro, tenía el poder de derrotar a un ejército entero de cultivadores de rango 7 que contenía cinco expertos a su nivel.
Esa capacidad de batalla era absurda para una existencia que acababa de avanzar a la etapa líquida, pero Noah no era un cultivador ordinario. Su nuevo poder también provenía de la herencia del Gran Constructor, por lo que no era una sorpresa que pudiera expresar tanta fuerza.
Sin embargo, cada habilidad tenía debilidades. El taller era una técnica increíble, pero sus creaciones solo eran valiosas cuando Noah las usaba para abrumar a sus oponentes. En una situación donde todos hacían lo posible por escapar, los dragones no podían expresar su verdadero poder.
Noah usó su técnica de movimiento para alcanzar a su objetivo al instante. Pronto apareció en su visión el Jefe Barret, pero Noah solo vio una mancha mientras volaba a través de su cuerpo.