Selenne abrió los ojos en estado de shock, miró a Daniel y a la joven de un lado a otro pronto sus ojos se pusieron rojos y miro agraviada a Daniel.
"tu... tu...*respiro profundo*... hablaremos más tarde, primero hay que salvarla"
Daniel miró sus ojos rojos con lágrimas y una fuerte sensación de culpa lo golpeó, trato de limpiarle las lágrimas de las mejillas a Selenne pero ella le golpeó la mano y le gritó.
"¡no me toques!"
"Selenne, lo siento, de verdad yo no..."
"¡callate, no digas nada más!"
Daniel pudo ver que Selenne estaba llorando mientras aplicaba una poción en el cuerpo de la joven.
Una vez que ella terminó de aplicar los primeros auxilios se levantó y le dijo.
"ya puedes llevarte a tu mujer, espero que vivan muy felices"
Selenne se dio media vuelta y comenzó a caminar rápidamente fuera del bosque, cada paso que daba se sentía como una puñalada en su corazón, cuanto más lejos se iba más vacío se sentía ella.
Poco a poco perdió la esperanza de que Daniel fuera por ella y comenzó a llorar.
'el puede preferirla a ella en vez de a mi, si el solo se quedaba conmigo para olvidarse de ella pensando que ella no existía, ahora que sabe que ella si existe va a preferirla a ella'
Selenne estaba tan perdida en sus pensamientos que no noto cuando Daniel se había acercado a ella hasta que la abrazo por la espalda, ese abrazo fue como si la hubieran levantado del infierno hacia el cielo, pero aun así forcejeo y gritó.
"¡suéltame! ¡no me toques! ¡¿no era ella a quien amabas?! ¡ve por ella y déjame ir!"
"ya, tranquila bebé, escuchame, ¿si?"
"¡no quiero escucharte, ya no quiero que me lastimes más!"
Daniel la abrazo tan fuerte como pudo, aunque ella no estaba usando toda su fuerza ella seguía siendo más fuerte que él, le dio la vuelta para que ella lo mirara, sin esperar a que ella reaccionara bajo la cabeza y comenzó a besarla fuertemente.
"¡déjame! ¡mmmm...mmmmhh!"
Ella se resistió y comenzó a morderlo, el sabor de la sangre de Daniel se extendió por las bocas de ambos pero aun asi no la soltó mientras soportaba el dolor de la mordedura, las lágrimas de Selenne empaparon los rostros de ambos y poco a poco los forcejeos de Selenne perdieron fuerza hasta que ella dejó de resistirse.
"¿ya me puedes dejar hablar querida?"
Selenne lo miró con ojos rojos y lágrimas en las mejillas, no le respondió pero eso le dio una confirmación positiva a Daniel.
"¿me dejaras solo por un sueño?"
"¡no!"
"¡ves, es lo mismo para mi!"
Acunó suavemente su rostro y le dio un beso en la frente.
"ni tu, ni yo nos vamos a dejar solo por un sueño... es cierto que tengo mucha curiosidad por ella, pero yo jamás te dejaré de quererte, de amarte y de querer estar a tu lado"
Selenne se relajó en sus brazos y lo miró con amor.
"volvamos, ayúdame a cambiar esa ropa que tiene ella, sé que ella no te agrada, pero tengo que saber quien es, ¿si?"
"...está bien"