—Es amable de tu parte decirlo, pero aquí en el pueblo nadie es castigado. Los guardias del pueblo ignoran todo y es inútil hablar con el rey. No quiero venganza. Sólo quiero una oportunidad para disfrutar mi vida haciendo las cosas que quiero —dijo Rosa.
Rosa no tenía tiempo para concentrarse en vengarse de Matías por lo que estaba haciendo ahora. Tenía que enfocarse en obtener su libertad. Si el karma realmente existía, Rosa se lo dejaba a eso para que Matías lamentara sus acciones y para que a Graham lo trataran como él trataba a los demás.
Rosa no quería arruinarse rebajándose al nivel de los demás. Demasiado de su vida había pasado en un lugar donde no quería estar como para dar marcha atrás ahora que tenía libertad y concentrarse en Matías. No estaba garantizado que se sintiera satisfecha después de obtener venganza.