—Nunca pensé que algunas veces fueras a hablar con tanto sentido común.
Gu Jingze se le acercó y le tocó la cabeza.
—Por supuesto, idiota. Te dije que en verdad soy muy inteligente y que sólo parezco estúpida.
—Ja, ya veo, "estúpida" a menudo pero "inteligente"…
Gu Jingze soltó una risita y la miró.
—Vete al carajo. No me preocuparé más por ti. Hmph. Estás comenzando a echarme abajo luego de usarme.
Al pensar como fue usada, quiso morir de la vergüenza.
Era la primera vez que hacía algo así por un hombre. Era la primera vez que tocaba la parte más importante de un hombre. Se sintió apenada.
¿Qué derecho él tenía para pedirle que pagara por su felicidad?
Al final, ella no recibía nada a cambio. Ella lo satisfacía por nada.
Sin embargo, pensó sobre cómo Gu Jingze se vio tan relajado al final y sintió que ella había hecho lo correcto en aquel momento.