Jasper se alejó, su corazón pesado. No podía creer que Abigail le hubiera dicho esas cosas. Sentía como si lo hubiera perdido todo... su amor y su esperanza en el futuro.
Jasper caminó sin rumbo durante horas, sin prestar atención a dónde iba... perdido en sus propios pensamientos, sintiendo lástima de sí mismo.
Su teléfono vibraba dentro de su bolsillo, pero estaba demasiado preocupado por su pena para notarlo.
Finalmente, se encontró en un parque. Se sentó en un banco con la cabeza inclinada y los ojos cerrados.
—Eres egoísta. Eres tacaño.
Vio a Abigail gritándole. Su respiración se volvía más superficial y apretada, y su garganta se tensaba. Las lágrimas quemaban sus ojos.
Estaba triste por sí mismo, por el futuro que pensaba que nunca tendría. No sabía cuánto tiempo estuvo allí, perdido en sus pensamientos.
Buzz-Buzz-Buzz...
Jasper finalmente se dio cuenta del teléfono vibrando. Escarbó en su bolsillo para encontrar su teléfono y vio el nombre de Elsa.
—Hola.