—Si valoras a este viejo, solo llámame "compañero Daoista" —dijo el Viejo Yuan con una sonrisa.
—Compañero Daoista Yuan.
Ji Ning asintió. La atmosfera entre los dos era rara y difícil de explicar. La campaña contra el Mundo de Ruinas Primordial ya había concluido. Los Tres Reinos estaban en medio de la guerra por la suerte kármica, la cual ya casi terminaba. ¡La Guerra Final estaba a punto de llegar! Y todavía, el Viejo Yuan no había escogido el bando de la Alianza de Nuwa. A decir verdad, hasta Ji Ning sintió que el Viejo Yuan estaba siendo un poco egoísta.
—Primero, toma un poco del vino que este viejo trajo.
Tan pronto como el Viejo Yuan terminó de hablar, estiró su mano para tratar de agarrar la jarra de vino. Ning, sin embargo, la agarró primero y le mostró una sonrisa.
—Déjame servirte.
Splash. Splash. Ning llenó dos copas de vino. El Viejo Yuan levantó su copa y tomó un pequeño sorbo.