El lejano mundo de Todos los Demonios.
El Señor de Todos los Demonios estaba sentado solo en la cima de la montaña mientras contemplaba el infinito Vacío. Su voz pasó por el Vacío y llegó a las mentes de las grandes potencias que se extendían por los otros mundos:
—Todo debe ser realizado de acuerdo con el plan. En esta misión de matar a Ji Ning y recuperar al Enviado mientras nos movamos lo suficientemente rápido podremos tener éxito con bastante facilidad. Sin embargo, existe la posibilidad de que la Guerra Final comience como resultado de nuestras acciones así que hagan sus preparativos.
—Sí, Señor de Todos los Demonios.
—No te preocupes, Vientodemoníaco.
—Todos nos hemos preparado.