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POV de Lily:
Yarin estaba callado en el camino de regreso, lo cual era muy diferente de su personalidad usualmente ruidosa. Creía que era en parte porque la furgoneta de la policía era incómoda y en parte por la caja de 'mercancías'.
No eran muñecas, incluso si todos esperaban que lo fuera. Sin embargo, el olor de humanos y antiséptico era tan distintivo que hacía que la gente se sintiera náuseas. No me sorprende que los dos policías novatos estuvieran tan asustados que les temblaban las manos.
Más temprano, cuando Yarin y Heller aún dormían en la madrugada, escuché algunos chismes mientras patrullaba. Las noticias del inframundo a menudo circulaban en los callejones exiliados por el mundo humano. Riñas de pandillas, contrabando de armas, comercio sexual, rituales de culto. Normalmente, fingiría no escucharlos. No me juzguen aún, santos.