Varias palabrotas estaban en la punta de la lengua de Morpheus. Un fuerte impulso de buscar al compañero de su hermana menor y confrontar a ese hombre inútil lo envolvía, pero dado que era físicamente imposible hacerlo en ese momento, principalmente porque no tenía idea de la identidad de esa persona, y le faltaba entender cómo ese imbécil había lastimado a su hermana, no tuvo más opción que contener su enojo. Por ahora.
Morpheus cambió de tema. —Debe haber sido difícil sobrevivir por tu cuenta.
Sin embargo, Aureus negó con la cabeza ante eso, una pequeña sonrisa levantando la esquina de su guapo rostro. —Afortunadamente, fui criado por buenas personas.
—¿Oh? —El águila mayor estaba sorprendida—. ¿Pareces vivir feliz en el reino humano?
—¡Hmm! —Aureus asintió—. La gente con la que estoy es como mi familia.