—¿Por qué le estaba pasando esto? —Steffanie estaba segura de que lo que ocurrió esa noche nunca se había expuesto a terceros aparte de su padre. ¿Entonces por qué se filtró?
Su anterior gerente, Shi Lian se escondió tan pronto como se completó la tarea, incluso tenía miedo de ver la luz del sol y había cerrado todas las cortinas para que el mundo exterior no pudiera ser visto por sus propios ojos.
Steffanie no sospechaba de Shi Lian y tampoco pensaba que ella filtraría lo que le había hecho a Ran Xueyi a los medios. Eso sería suicida.
En cuanto a su padre, nunca desprestigiaría su propia empresa y sería el primero en salir al frente para negar las acusaciones si los medios decidieran que había sido obra de Steffanie. ¡Incluso si estaba enfadado con su propia hija, tampoco la entregaría!
Steffanie se volvió más errática cuando llegó al baño y vio a Jia Yi fumando un cigarrillo.
—Tú...
Jia Yi la notó y le ofreció un cigarrillo.
—¿Quieres dar una calada?