¡Aura Divina!
Marvin sintió escalofríos. La voz le resultaba muy conocida. Su mente aceleró intentando recordar quién era el dueño de esa voz, ¡cuando una sombra apareció frente a él!
Glynos. El Príncipe de la Sombra. ¡No había muerto!
…
La enorme grieta sobre Ala de Dragón Negro no había cerrado, y una sombra salió lentamente de ahí. De alguna forma, era obvio que su rostro estaba cubierto de odio, a pesar del hecho de que su expresión se ocultaba tras sombras y oscuridad.
¡El Príncipe de la Sombra había descendido en su cuerpo verdadero!
Ala de Dragón Negro era diferente a Arbórea. El Dios del Dragón Negro se había esforzado para fortalecer el plano y asegurar que pudiera acomodar poderosos seres como las Leyendas. El Monstruo de la Cripta, un descendiente del Antiguo Dios Maligno, ya había llevado el plano a sus límites, pero la presión adicional de la entrada de un Dios Verdadero era insoportable.