En las gélidas colinas del Bajoscuro, Marvin no pudo evitar caer de rodillas. Un inmenso dolor lacerante inundó su mente, e incluso sintió que estaba a punto de perder el conocimiento. Sin embargo, él sabía que definitivamente no podía desmayarse. ¡El Libro de Nalu había contraatacado!
Cuando la tercera alma entró en el Libro de Nalu, la página del mal decidió que era hora de contraatacar. No estaba dispuesto a convertirse en una herramienta humana. Al contrario, quería que Marvin se convirtiera en su sirviente, como Madeline y Cuervo. Así, inició un intento desesperado y forzó su entrada en la mente de Marvin. Intentó tomar el control de su conciencia.
En un instante, la cabeza de Marvin empezó a dolerle como si fuera a romperse, pero no se desmayó. Apretó los dientes: ¡la furia en sus ojos casi brotaba a borbotones!
—¡Bastardo! ¿Cómo te atreves a ir a por mi propia mente?