Valle de las Sombras, en un terreno de entrenamiento escondido.
En un denso bosque, un muñeco de entrenamiento con movimientos rígidos seguía caminando.
Estos muñecos de entrenamiento eran producto de la alquimia y eran usados para imitar los movimientos de una persona real. Un brillo verde emanaba de sus cuerpos. Si notaban a un enemigo acercándose, el brillo verde se tornaba rojo.
Esto significaba que la misión había fallado.
Una nube negra flotaba lentamente en el cielo verde. En un arbusto, una pequeña silueta siguió a esa flotante nube negra y comenzó sus acciones en silencio. Unos minutos más tarde, la nube negra terminó de pasar sobre el bosque.
Y la silueta de Isabel podía ser vista de forma gradual, saliendo del bosque.
Un instructor militar la esperaba en la salida. Calculó el tiempo en silencio y, aun con gran esfuerzo, no podía esconder la sorpresa en su rostro.