Capítulo 95: 95
—Señorita, si tiene algún dolor o alguna molestia venga de inmediato. Está a finales de su embarazo, ahora presentará algunas molestias, pero serán leves.
—Gracias, doctor. Ha sido de gran ayuda. No sabe lo feliz y agradecidos que estamos con usted.
—Ahora más que nunca debe cuidarla más, Sr. Akira. —el doctor miró fijamente a Akira, dejándome escapar una carcajada, a lo que Akira se avergonzó
—Será mejor que nos vayamos. Gracias por todo, doctor. —dijo Akira, ayudándome a levantar de la camilla
Salimos de la oficina y nos dirigimos al auto
—Akira, mi mamá cumpleaños mañana. ¿Será que podemos visitarla?
—Eso no se pregunta, corderito.—Akira me abrió la puerta del auto y me ayudó a sentarme en el asiento
Al cerrar la puerta, se paró enfrente de ella
—Akira, ¿Qué pasa?— pregunté, al ver su extraña actitud
Akira se quedó mirando en dirección a unos tres hombres que se acercaban a él. Forcejeaba la puerta para abrirla, pero no me dejó hacerlo.
—¿Quienes los contrataron?— preguntó Akira
—Así que eres el famoso Akira.
—Si, ese mismo. ¿Qué pretenden hacer?
—No vinimos a hablar —sacaron unas cuchillas y se acercaron a Akira
—Si vas a sacar una cuchilla frente a mi, procura saber usarla— intentaron cortar a Akira, pero él supo esquivarlas todas
Seguí forcejeando la puerta, pero no abría
—¡Akira!—estaba en pánico al ver esos tres hombres intentando atacarlo
—Realmente son muy malos. Ya me cansaron.
Akira le quitó la cuchilla a uno de ellos y apuñaló en el costado al que se la quitó. El otro intentó irse encima de Akira, pero él esquivo su ataque y le cortó el brazo, el tercero huyó del lugar.
Akira se subió al auto a las carreras
—Dios mío, ¿Estás bien?—mis manos eran un manojo de nervios
—Tranquila, lisa. Todo está bien. No crean esos pendejos que voy a dejar que me hagan algo. Cada vez contratan a esos cobardes buenos para nada. —Akira encendió el auto rápidamente y salimos del lugar, dejando a los dos hombres en el suelo retorciéndose
—¿Quién pudo haber sido, Akira?—le pregunté nerviosa
—Es obvio que fue mi padre.
—¿Tu padre está detrás de ti, Akira? No me habías dicho nada.
—Lo siento, no es algo….—Akira puso una expresión extraña en su rostro
—Akira, ¿Qué te pasa?
—Lisa, sujetate bien el cinturón.—dijo en un tono agitado
Hice lo que me pidió. Akira intentaba detener el auto, pero el auto no cedía la velocidad, al contrario, su velocidad cada vez era más.
—¿Qué está pasando, Akira?—no sabía lo que estaba pasando y eso me puso más nerviosa
Akira esquivó varios autos a la ligera
—No funcionan los frenos — dijo agitado
Al decir estas palabras, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre mí. Luego de eso no recuerdo nada más. Todo lo que podía escuchar eran murmullos y una visión negra que fue poco a poco aclarando a blanca.
¿Dónde estoy?
*Jefferson*
Llamada telefónica
—Mr. Jefferson, tenemos una emergencia
—¿Qué sucede, doctor?
—Acabo de recibir al Sr. Akira y su esposa en la sala de emergencia, luego de un accidente que provocó varios heridos más. Será mejor que venga de inmediato.
—¿Qué?
—¿Pasó algo, Mr. Jefferson?— preguntó la madre de Lisa
—Señora, le tengo malas noticias. Tal parece que Akira y su hija tuvieron un accidente. Están en el hospital
—¿Qué? Eso no puede ser, pero ¿cómo?
—Será mejor que nos dirijamos al hospital. Allá nos darán más detalles.
Llegamos al hospital en busca del médico
—¿Dónde está el doctor, señorita?— le pregunté a la enfermera
—Está en cirugía, señor.
—¿Sabe algo sobre una pareja que tuvo un accidente y la chica esta embarazada?
—Ese es el caso que está atendiendo el doctor. No le puedo dar detalles pues desconozco. Deberá esperar en sala mientras sale el doctor a llamar los familiares.
—Gracias, señorita.
—¿Pudo averiguar algo Mr. Jefferson?— preguntó la madre de Lisa
—No, tenemos que esperar a que salga el doctor y nos diga.
—Por Dios, ¿qué pudo haber pasado? Ella está embarazada, ¿Cómo estará el bebé?
—No podemos saber nada. Solo tenemos que esperar, señora.
—Dios mío, protegelos.— estalló en llanto
¿Qué tipo de accidente pudieron haber tenido? Todo es tan extraño. Solo espero que no hayan sido los hombres de su padre.
—Han pasado largas horas, ¿Qué ha pasado? No han dicho ni una sola palabra. Estoy desesperada.
—Debe calmarse, señora. Tenemos que seguir esperando. Solo espero que estén bien.—diciendo esto, salió el doctor
—Doctor, ¿Qué pasó? Dígame qué mi hijo y mi nuera están bien.
—Doctor, por favor, ¿Cómo estan? ¿Y el bebé?
—Guarden la calma. El bebé está en perfecto estado. Lo tenemos en una encubadora.
—¿Qué?
—Tuvimos que hacer una cesárea, si no lo hubiéramos hecho, el bebé no hubiera resistido. El bebé apesar de fue un poco prematuro, está en un buen estado. Lo dejaré en observación al igual que su hija.
—¿Y mi hija?
—Su hija está estable. Recibió un pequeño trauma en la cabeza, pero está bien. Aparte de los hematomas y heridas superficiales. Es un milagro que un accidente de ese tipo no haya perdido al bebé.
—Dios mío, gracias a Dios. ¿Y Akira?
Hubo un silencio desesperante
—¿No me diga que...?
—No, su salud es crítica. Recibió varias fracturas tanto en el brazo y la pierna. Todo indica que el cuerpo de Akira salió expulsado del vehículo tras el accidente. Esto provocó un trauma en el lado izquierdo de su cabeza
—Pero, ¿Se va a poner bien? Entonces, ¿Fue accidente de auto?
—Si, Mr. Jefferson. Todo indica que no estaba usando el cinturón de seguridad. Tuve que hacer una transfusión de sangre por qué perdió mucha sangre en el accidente. Es un milagro que este vivo. Lo dejaré en observación. Haré todo lo que esté en mis manos para ayudarlo.
—Salve a mi hijo, por favor. No permita que nada malo le pase.
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