Capítulo 17: Capítulo 16
Emma:
El cielo se llena de nubes negras anunciando que la lluvia regresará, Kalem me está contando sobre cómo su pequeña hermana Carly alegra la vida de todos en casa, estoy intentando escuchar lo que dice pero mi mente esta en otro sitio. No puedo dejar de pensar en la foto y en Derek, en las ganas que tengo de darle un abrazo y un golpe por haberme dejado así hace trece años; a pesar de que lo borré, recuerdo absolutamente todo sobre nosotros, recuerdo su risa, su olor a menta, sus manos tocando las mías mientras me levantaba en el aire haciéndome dar vueltas en mi habitación. Tengo muchas ganas de verlo, quiero preguntarle miles de cosas, pero por sobre todo necesito saber porque se fue.
—Hey Cleo, ¿me estas escuchando?— la voz de Kalem me saca de los recuerdos del pasado.
—La verdad es que no— le respondo sincera.
—Oh, gracias por dejarme desperdiciar 10 minutos de mi vida hablando con el lodo— me dice sarcástico. No estoy segura de sí se ha ofendido o se lo ha tomado con humor.
—Lo siento— le digo. Se para y pone las manos en sus bolsillos sin responder a mi disculpa.
—Deberíamos entrar, una lluvia torrencial se avecina— al instante una brisa choca contra mi cuerpo haciéndome temblar.
Me paro y entro junto con él en la casa, él se dirige al sillón de la sala y enciende la televisión mientras yo me quedo parada en el pasillo observando fotografías que están colgadas en la pared, en ninguna aparece la madre de Derek, me gustaría saber porque la señora Karen decidió borrar a su familia. Kalem me observa desde la sala con la televisión encendida a sus espaldas. Cuando volteo a verlo me está sonriendo y me hace señas para que me siente a su lado, le hago caso dejando atrás mis preguntas y casi al instante ya estoy en el sofá.
— ¿Quieres comer algo?— me pregunta sin quitar la vista de la televisión cuando me siento a su lado – Bueno, eso si no has decidido irte a casa— agrega antes de que le responda.
—Antes de irme quiero hablar con tu hermano— le digo sin pensar en lo que mis labios pronuncian. Kalem se sorprende, pero lo disimula muy bien.
—¿Para qué quieres hablar con él?— me pregunta con interés— y ahora que recuerdo no te he preguntado Qué tanto te decía ahí adentro— señala la puerta de su habitación. Siento nudo en el estómago por la última pregunta.
—Él quiere que me aleje de ti— le digo sin rodeos. Kalem cambia la expresión de su rostro. Parece estar enojado.
—No puede ser, si ya le explique que entre tú y yo no pasará nada serio— sus palabras me punzan.
—¿Pasará?— le pregunto.
—Paso, pasara no importa, el punto es que el no entiende que esto no es nada, la verdad es esta mañana ni siquiera había considerado besarte— confiesa sin tacto alguno.
— Está bien, no necesito seguir hablado sobre esto— le digo incomoda.
—No te entiendo ¿eso es lo que quieren las chicas no?, diversión sin compromisos y sin drama— lo que dice es cierto, es lo que toda chica quisiera ya un mas con un chico tan guapo como él.
La diversión sin compromisos es algo que conozco muy bien, he estado con tantos chicos que ni siquiera los puedo contarlos con dedos de mis manos y pues estoy muy orgullosa de eso, pero nunca me había encontrado en una situación de este tipo. Los chicos siempre empiezan diciendo que es solo un pasatiempo, pero apenas pasamos del primer beso empiezan a querer algo más serio, pero el no, él ni siquiera quería besarme, lo más irónico es que yo si quería hacerlo y creo que aún sigo queriendo.
—Cleo, ¿en dónde tienes la cabeza?, te acabo de preguntar algo— me mira fijo con sus ojos color verde.
—Lo siento— me excuso —y si es lo que toda chica quiere— le respondo sonriente— Además ¿quién no quisiera una aventura con un bomboncito como el que tengo en frente?— no si ni porque digo eso, pero logro que se sonroje.
—Tú también eres un bombón, la verdad es que estas como para chuparse los dedos— me dice escaneándome con la mirada. Lo miro de la misma manera se y pone nervioso. No puedo evitar reírme.
—Muchas gracias, pero la verdad es que ya me lo han dicho muchas veces— le presumo lanzando mi cabellera detrás de mi hombro.
—Oh disculpe usted señorita modesta— bromea moviendo la cabeza. Los dos nos echamos a reír.
Las risas cesan cuando escuchamos el sonido de las bisagras de la puerta de entrada, nuestros ojos se dirigen en esa dirección de inmediato, es Derek.
Derek:
Emma y Kalem me miran sorprendidos desde el sillón, por mi cabeza pasan miles de posibilidades de lo que podían haber estado haciendo antes de que entre en casa, pero no tengo energías para pensar en eso ni en nada. Magy me ha dejado con el corazón en la boca, de camino a casa he pensado en contarle a Kalem la verdad para luego decirles juntos la noticia al resto de los protestantes, pero tengo mucho miedo de su reacción, no puedo evitar pensar que estará decepcionado de mí y se ira, seguramente nunca más confiara en mí.
—Hermano, ¿Qué te sucede? Estas completamente pálido— me pregunta Kalem acercándose.
—Tenemos que hablar— le digo intentando no sonar devastado.
—Claro dime que sucede— me dice preocupado.
—Tenemos que hablar en privado— miro a Emma que me observa nerviosa— pero no ahora, necesito un rato para despejarme— le digo dirigiéndome a mi habitación.
— Está bien— me responde aun con preocupación – pero Derek, Papá ha llamado y quiere que le lleves una muda de ropa— apenas presto atención a lo que me dice. Me siento demasiado cansado para ir hasta el mercado.
—¿Puedes hacerlo tú?, me siento un poco mal— le digo desganado. El esboza una sonrisa tranquila.
—Si Derek, tu ve a dormir, yo puedo hacerlo— me alegra la respuesta pacifica de Kalem, le lanzo una media sonrisa de agradecimiento y entro en mi habitación.
Cuando entro en el cuarto, decido que antes de que mi cabeza se llene de pensamientos tortuosos debería dormir por lo menos unas horas. Me aproximo a la cama y me acuesto boca arriba mirando el techo mis ojos no tardan mucho en cerrarse y de pronto todo se vuelve negro.
En mis sueños puedo escuchar el llanto de Carly muy claramente, no pasa mucho tiempo antes de que me dé cuenta que no es un sueño, el llanto es real. La preocupación invade mi cuerpo despertándome con brusquedad, mi corazón late rápido y en menos de un segundo ya estoy fuera de mi habitación en busca de mi hermanita, la mente me colapsa al ver a Gwen con Carly en brazos y a un grupo de protectoras en la sala de mi casa.
—Maldita, no toques a mi hermana— es lo primero que sale de mi boca.
Emma no está por ningún lado, no entiendo que sucede aquí.
—Tranquilo, no estamos aquí para pelear, no queremos lastimar a nadie— me dice Gwen aparentando cordialidad. A esta víbora no le creo nada.
—Me importa una mierda lo que hacen aquí, solo dejen a mi hermana— Carly comienza a llorar más fuerte al escucharme alzar la voz.
Gwen se la pasa a una de las protectoras haciendo cara de asco, mientras Carly patalea e intenta soltarse del agarre para venir conmigo.
—Estamos aquí para hacer un trato y la pequeña Carly esta incluida, así que te sugiero que te sientes y escuches— estoy siendo un estúpido, como como es que actuó con tanta imprudencia si veo que tienen en custodia a Carly. Respiro profundo para tranquilizarme.
—¿Qué clase de trato?— pregunto desconfiado.
—Mira, la orden tiene un objetivo clave que es proteger la paz creado por el sistema de gobierno, fuentes nos han dicho que tu grupo quiere romper con esa paz— se acerca a mi haciendo sonar sus tacones en el suelo de madera— es por eso que enviamos a Emma, pero para que te lo cuento si eso tú ya lo sabes— la miro confundido. Al parecer Emma le ha ido con el chisme a su jefe-cita para que le salven el trasero— apenas encontré ese micrófono en la manga de mi chaqueta supe que era una fechoría tuya— tan solo escuchar su voz me causa ira en el cuerpo— pero ¡sorpresa! yo pensé exactamente en lo mismo que tú— no puedo evitar sorprenderme— si Derek, estuve escuchando absolutamente todo lo que pasaba aquí— no puedo creer lo que me está diciendo, empiezo a repasar en mi mente si he mencionado algo sobre el plan en todos estos días – pero tu dirás ¿para qué mandar una infiltrada, si con el micrófono podía averiguar todos y cada uno de sus planes?, aquí tienes la respuesta es muy simple, yo sé que tienen a esa chica genio que desactiva todos nuestros dispositivos, es tan maldita que hasta logró descubrir a Emma...
— ¡No hables así te Magy!— grito cabreado interrumpiéndola. Su rostro se tensa y me mira desafiante
—Tranquilo Fair, no quieres que la pequeña salga lastimada ¿verdad?— su voz suena más grave – la cosa es sencilla, tú vas a proteger a Emma y decir que Roky es la infiltrada. De todas maneras es ayudante del gobierno, que la descubran no le afectara en nada— no puede ser Roky también era una infiltrada, ¿cómo no lo pensé?— la mandamos como simple distracción para que Emma haga su trabajo en tranquilidad pero al parecer no dio resultado. Lastimosamente no contábamos con que conocías a Emma desde antes.
—¿Qué te hace pensar que voy a ayudarlas?— le pregunto intentando mantener la compostura. Por suerte Carly ya ha parado de llorar y me mira con los ojos enrojecidos.
—Si no lo haces te despides de tu hermanita para siempre— me dice sonriente, el corazón se me acelera cuando pienso en perder a Carly— nos la llevaremos y activaremos su botón antes de tiempo para que los borre a todos ustedes, en cuanto lo haga borraremos sus recuerdos en nuestro laboratorio mental y crecerá en la sede central bajo nuestros cuidados, así de simple. Pero no me gusta imponer las cosas, dejo que elijas la opción que sea de tu preferencia, claro siempre pensando en las consecuencias— esboza una sonrisa de satisfacción al terminar.
—Gwen, no es necesario todo esto, ya me tienes aquí, te diré toda la verdad sobre los planes, Emma no necesita quedarse — Gwen mueve la cabeza riendo.
—No Derek, no puedo confiar en tu palabra, necesito alguien de confianza aquí dentro— esta mujer es muy inteligente, yo jamás le revelaría mis planes. Como la detesto.
—De todas formas me pusiste un micrófono, puedes escuchar todas mis conversaciones, ¿Por qué no buscas ahí la información que necesitas?— pregunto con rabia e impotencia en mi voz.
—Te conozco Fair tu no me la dejarías tan fácil, es muy arriesgado, podrías contarme un plan y a la hora de la hora será otro muy distinto, en ese momento ya no serviría de nada quitarte a tu hermana pues el daño al sistema ya estaría hecho, en cambio si tengo a Emma aquí y tu estas bajo trato de protegerla, sé que será mucho más fácil cumplir con mi propósito— mierda, mierda, que voy a hacer ahora, esta mujer tiene veinte pasos delante de mí— de todas formas tú ya le habías ofrecido un trato similar, hace unas horas ¿recuerdas?— si lo hice pero esto era antes de que Magy me ponga en cuenta de las cosas que estoy poniendo en peligro por dejarla aquí.
—No puedes hacerme esto— le digo mirando a Carly que solloza en los brazos de una de las protectoras.
—Sí que puedo— me responde cruzando los brazos. Me da rabia su actitud quisiera matarla, quisiera matarlas a todas.
—Está bien acepto— le digo con todo el dolor de mi alma, ya pensare en algo para solucionar esto.
—Me alegra mucho escucharlo, pero antes quiero que sepas que al primer indicio de traición de tu parte, no tardaremos en tomar a tu hermanita que ya tiene incrustados un localizador y un micrófono, así que no intentes esconderla— Gwen indica a la protectora que suelte a Carly. Apenas lo hace ella corre hacia mis brazos.
Mientras nos abrazamos, Emma entra en la casa, no puedo evitar mirarla con odio mientras las lágrimas de impotencia recorren mis mejillas. Ella ni siquiera se voltea a verme.
—Bien Emma ya está todo arreglado, tú estarás completamente protegida y podrás cumplir tu misión con tranquilidad— mientras Gwen habla, Emma asiente sin parpadear. Actúa como un maldito robot.
Dos protectoras entran con maletas a mi casa, supongo que son las cosas de Emma.
—Fair, no intentes buscar el micrófono en tus prendas, pues esta insertado en tu cuerpo y este sí que es prácticamente imposible de sacar, solo una sugerencia para que no pierdas tu tiempo— me dice Gwen antes de despedirse de Emma y salir de mi casa con todas las protectoras detrás de ella.
Finalmente Emma me mira, percibo algo de culpa en su rostro, pero no puedo evitar sentir rabia contra ella y contra todas las protectoras.
Sin decirle nada, tomo a Carly en brazos y me meto en mi habitación, Emma no hace ningún intento de detenerme o de hablar conmigo.
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