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El cabello continuó acortándose alrededor de Raze, volviendo a su longitud original. El color también comenzó a desaparecer, volviéndose blanco de nuevo, y todas las demás características, incluida la sangre que se había adherido a las mejillas de Raze, se desintegraron como si estuvieran hechas de energía.
Por un breve momento, la mente de Raze ya no estaba en un segundo plano. Estaba al mando, de nuevo en control de su cuerpo. Todo el tiempo que había presenciado lo que estaba sucediendo, sintió que podría haber podido luchar contra la mujer sangrienta que se había apoderado. Sin embargo, había permitido que tomara el control, pensando que era la mejor manera de evitar interferencias, pero, tontamente, aún terminó en este estado.
Mientras controlaba su cuerpo, Raze pudo ver a Safa y a algunos otros, incluyendo a Rayna, corriendo hacia él.
Miró la Espada Lux en el suelo mientras su visión comenzaba a desvanecerse.