Mark estaba encendiendo un fuego —Ya casi está, creo que puedes venir y empezar a cocinar.
Selena trajo la olla donde él estaba y la colocó encima.
—Finalmente, la cena está asegurada —sonrió débilmente.
Él asintió —Lamento que tengas que pasar por todo esto, prometo conseguir otra vaporera de metal, solo ten un poco de paciencia.
—Soy paciente, lo entiendo, sólo no te incomodes por ello, todavía podríamos manejar la leña.
—Si tú lo dices —se levantó y le dio un piquito en las mejillas.
—Jeje —ella se sonrojó y comenzó a cocinar.
La puerta fue abierta con violencia, tanto Mark como Selena se sobresaltaron.
Los guardias irrumpieron —¡Ah, él está en casa hoy, qué tierno!
Mark frunció el ceño —¿Qué he hecho?
—¡Vamos! ¡Deténganlo!
Selena jadeó y se colocó delante de él.
—¿Qué ha hecho? ¡Déjenlo en paz!
—¡Ha sido acusado de ser cómplice en el secuestro del heredero del Alfa!
Mark frunció el ceño —¿Por qué haría eso?