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El secreto estaba a punto de revelarse, no solo Wang Xiaoya estaba emocionada, sino también Long Fei.
Ese Anillo de Almacenamiento, podría estar lleno de tesoros.
Soportando el dolor, Wang Xiaoya dejó que Long Fei le pinchara el dedo, exprimiendo una gota de sangre fresca que cayó sobre el Anillo de Almacenamiento mientras lo miraba con los ojos muy abiertos.
Como se esperaba, la sangre no se dispersó en color, sino que emergió un tenue hilo de Luz Misteriosa.
El Anillo de Almacenamiento reconoció a su dueña, realmente pertenecía a Wang Xiaoya.
Emocionado, Long Fei inmediatamente instruyó a Wang Xiaoya, pidiéndole que cerrara los ojos e intentara sondar el Anillo de Almacenamiento con su poder espiritual.
Este asunto era profundo y misterioso, solo se podía confiar en la propia comprensión.
Wang Xiaoya hizo lo que él dijo y cerró los ojos, frunciendo el ceño con fuerza después de un momento, y no pudo evitar agarrar su brazo.
—¿Qué ves? —preguntó Long Fei.