—No... —Hai Xiaotang, asustada, intentó detenerlo, pero Dongfang Yu seguía bromeando a propósito.
—¡No, tengo que ver! —insistió—. ¿Y si estás intentando engañarme?
—¡Dongfang Yu, te has pasado! —Hai Xiaotang lo golpeaba juguetonamente y lo empujaba mientras él seguía haciéndole cosquillas.
Hai Xiaotang estalló en risa, tratando de esquivarlo, pero no pudo escapar de sus ataques.
—Jaja, para, ya no puedo más, jajaja...
Lágrimas rodaban por el rostro de Hai Xiaotang mientras reía, tenía que amenazarlo para hacerlo parar.
—Jaja, si no paras, jaja, te ignoraré...
De repente, la presionó contra el suelo. Antes de que Hai Xiaotang pudiera reaccionar, él se apoderó de sus labios con un beso ardiente.
—Um... —Hai Xiaotang gimió cuando inmediatamente sintió su ágil lengua entrar en su boca.
Él tomó sus manos y la besó profundamente, saboreando cada momento.
Hai Xiaotang rápidamente se perdió en su beso, su mente quedó en blanco y su cuerpo se relajó.