Rachel respondió: —Estoy trabajando en Starbucks. ¿Qué tal? ¿Tienes buenas noticias?
Hailey respondió alegremente: —¡Sí, estoy en la espera!
—¡¿De verdad?! Eso es genial... ¡Ah!
Rachel estaba emocionada y eufórica porque su mejor amiga estaba embarazada. Sin embargo, de repente exclamó horrorizada. Un hombre en el local en el que se encontraba derramó de repente la taza de café que sostenía sobre su hombro izquierdo por accidente.
Rachel se puso furiosa al principio y levantó la vista con fastidio, sólo para darse cuenta de que se trataba de un joven galán alto y apuesto. Así, su enfado se desvaneció de inmediato.
—¿Qué pasa? ¿Rachel? —preguntó Hailey preocupada tras escuchar su grito.
—Oh, no es nada, alguien derramó accidentalmente café sobre mí. Hablaré contigo más tarde.
Después de colgar el teléfono, el joven galán se disculpó amablemente: —Lo siento mucho, guapa. Deja que te limpie eso.