—Lo siento si te molestamos. Ha pasado un tiempo desde que nos vimos, así que me emocioné demasiado —dijo Sarah haciendo de víctima, con una mirada apenada que hizo sentir incómoda a Aurora.
—Esa no era mi intención —dijo Aurora, intentando argumentar para salir del apuro, pero parecía que lo que importaba era el hecho de que Sarah pudiese hacerse la víctima. Solo firmó un contrato inofensivo, ¿por qué tenía que enfrentarse a todo esto?
—¿Por qué te disculpas? La incómoda debería marcharse —dijo Laura, mirando con desdén a Aurora. En su mente, Aurora era un obstáculo, y como futura Luna de su hija, sentía que no tenía que mostrar respeto a alguien como Aurora, a quien creía que estaba seduciendo al hombre de otra persona.