Había muchas cosas buenas sucediendo alrededor de Cielo. Había defendido exitosamente el castillo, y se llevaba bien con la mayoría de los soldados que luchaban a su lado. Su padre estaba en camino de vuelta con la victoria, y su boda estaba siendo planificada. Su abuelo de repente decidió dejarlos en paz y no causar más problemas, y la recuperación de su abuela iba bien.
Todo era perfecto, pero Cielo sentía un vacío en su corazón que no podía eliminar. Le costaba dormir por la noche y cuando finalmente lograba conciliar el sueño, era atormentada por pesadillas.
Se despertaba en medio de la noche, empapada en sudor y jadeando, y esta noche era igual. Soñó que abría una caja y encontraba un cadáver adentro.
Al gritar, despertó a Zamiel en el proceso. Su corazón latía con fuerza dentro de su pecho.
Zamiel la envolvió con sus brazos. —Fue solo un sueño —aseguró, acariciando su espalda como muchas noches anteriores.