Capítulo 282: Sal y caza

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Con el fuerte aguacero afuera, la iluminación era tenue y había un ambiente opresivo en el aire.

Dentro del antiguo castillo de piedra gris, un par de ojos color sangre aparecieron en el nivel superior del castillo de piedra, luciendo intensos y de mal augurio.

La voz de la hembra en el interior era melodiosa para los oídos, pero al pensar en el hecho de que el macho que la hacía emitir esos sonidos no era él, sentía una rabia tan fuerte que le daba ganas de destruir el mundo entero.

Con su cola de serpiente retorciéndose, ya no podía contenerse más.

Grr grr

El sonido de algo duro raspando contra la roca resonaba desde los cielos. Con sus agudos dientes, Curtis tallaba varias marcas en las barandas de piedra. El líquido venenoso, dorado y viscoso, goteaba a lo largo de las marcas talladas, formando un charco en el suelo.

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