Saliendo los primeros rayos de sol mañaneros, un par de hermanos se encontraban durmiendo plácidamente en su cuarto. Mientras una chica se levantaba de su cama por el cantar del gallo.
—*Buaah* buenos días mundo y también a ti mocoso —dijo algo enérgica y alegre Lúthien —Arcy ya levántate perezoso ya estás peor que Sith.
—Hmmmm apaguen la luz quiero dormir —dijo Arcydem mientras se cubría por completo como un capullo en su cobija de tigre, que era un regalo de su abuela y siempre dormía con el.
—Estaría bien poder descansar de los labores pero no voy a recoger zacate así que...¡Fuera! —gritó al final Lúthien como abuela espantando perros, al sacudir con fuerza la hamaca de su hermano con este hecho burrito.
—Jajajajajajajaja síguele mana más fuerte más fuerte ajajajajajaja —dijo Arcydem dentro de su cobija mientras disfrutaba del temblor hamaquero.
—Si estás despierto ahora te quiero levantadito o sino vas a estar peor que ayer —dijo está algo molesta y greñuda Lúthien soltando la hamaca.
—Sisisisi ya me levanté voy —dijo Arcydem bajando de su hamaca y pisando el frío suelo descalzo —¡¡TA FRÍOO!!*Tash* —fue el sonido haciendo eco en el cuarto que era de una fuerte cachetada bien recia.
—Asustas a uno loco —dijo Lúthien sobándose su mano después del trancazo que le propinó a su hermano dejándole la mano y la cara de este algo rojos.
—Igual te quiero Florinda —alcanzó a decir Arcydem mientras le dio un leve golpe en la cabeza a su hermana y ponerse las chanclas —¿En que quedamos? —le preguntó Lúthien que se oía molesta.
—Que no debo decirte nada cursi o nos tomarán de norteños —dejo en claro Arcydem lo cual pareció incomodar a su hermana.
—¡No pedazo de animal! dijimos que nada de apodos—le dijo esta toda emputada jalandolo de los pelos a su hermano como Federica cuando de enojaba con Ludovico en familia peluche.
—Ayayayayay perdón carnala es la costumbre discúlpame —dijo Arcydem sobándose la cabeza —pero ¿enserio tenías que jalarme tan duro?
—Pues tenlo mereces por haberme hecho lo que hiciste ayer en la horrible noche —reclamó está aún emputada hacia su hermano.
—Está bien pero....¿que hice anoche?
—¿Qué no lo recuerdas?
—Nop de hecho yo no me acuerdo de Nara —dijo moviendo los brazos haciendo círculos con las palmas de sus manos —¿Talvez al caer? el golpe te movió lo que tienes por cerebro —dijo Lúthien burlándose de su hermano.
—Se nota que nunca cambias —dijo Arcydem mientras salía de la habitación a toda prisa —Y tu tampoco jiji —susurró Lúthien con una sonrisa mientras seguía a su hermano hacia la sala para desayunar.
(Arcydem)¡Te ganaré el asiento está vez niña!
(Lúthien)¡Ni loca pendejo!
Fue lo que se dijeron ambos hermanos para terminar siendo regañados por su madre al andar corriendo, pero a Lúthien le toco doble chancla por grosera.
\\Cerca del monte hundido\\
Se podían apreciar los hermosos campos verdes llenos de vida que que danzaban con el viento de la mañana.
Excepto un par de pequeñas siluetas voladoras que se dirijan hacia el lugar donde los hermanos desmadrosos hicieron un circo por una extraña razón que estos mismos seres también se preguntaban.
—Sígueme Ciwrro ya estamos cerca —dijo uno de los seres volando como un colibrí alegre mientras era seguido por su compañero.
—Ahpra ¿enserio tenía que venir yo también? sabes que está no es mi área de trabajo —dijo esta siguiendo a su compañera que era más veloz.
—En realidad fué unos chantajes y un pequeñisimo soborno a la señorita Thyur para que vinieras conmigo jijiji —se río Ahpra tapándose la boca mientras seguia volando a carcajadas.
\\En una bodega de herramientas\\
Se podía ver a un chamaco forcejeando por llevar una cubeta llena de grava al interior de la bodega que el mismo le da mantenimiento por ser su lugar privado para su tranquilidad.
—¡¡Agh!! uff al fin loco un poco de paz —dijo Arcydem dentro de la bodega después de acomodar la cubeta y acostarse un momento sobre un tapete en el piso —si que pesaba esa madre.
—Se nota que te costó trabajo traerlo —dijo una extraña voz femenina.
—Verdad que si «¿un segundo?...» —pensó Arcydem para levantarse de golpe del tapete y mirar todo el cuarto sin encontrar nada fuera de lo usual.
El aseguraba ser el único dentro del lugar; lo que se le hacía raro ya que su hermana o sus padres no estaban cerca, además de notar que esa extraña voz no era de alguien que conociese.
Sintiendo un escalofrío empezó a buscar cualquier arma blanca a la mano dentro del lugar, el cual conocía tan bien como la palma de su mano; logrando alcanzar súper rápido el mango negro de un machete desgastado con óxido en el filo, el cual libro muchos cortes rudos hasta estar en sus manos.
Logró vigilar con más calma; hecho un ojo completo a todos los rincones de la bodega sin notar nada ni a nadie que este fuera de lo usual pero aún sintiendo ese extraño presentimiento, pensó que talvez no era un animal o una broma de mal gusto sino un suceso paranormal como en los documentales y series de casos sobrenaturales que el veía.
Aún tratando de mantener la compostura encontró un frasco de sal y una botella de aceite bendito; que mezcló para usar de proyectiles por si las moscas.
Fue en ese momento que caminaba hacia otro lado se tropezó con la mano de alguien, pero el de antemano sabía que algo andaba mal por suerte se no cayó sobre el machete.
—¡Huay! *Tac* cabron ¿me tropecé con mi pie o que pedo? —se quejó Arcydem cuando miró en dirección de los extraños chillidos que parecían ser de un cachorro, pero no eran los comunes de perro que el conocía.
Fue entonces que se quedó en shock al ver de qué o mejor dicho de quién provenían esos quejidos que no parecían normales.
Ya que lo que vió fue a una extraña chica de cabellos negro azabache que parecía seda fina; junto con ojos rasgados y delicados con rasgos asiáticos con un extraño brillo rojo en sus pupilas, además de orejas puntiagudas como los elfos de la ficción y las fantasías de muchos.
Aún estando sorprendido de sentir que estaba en presencia de un extraño cosplay bien estilizado, como película de fantasía mágica realizada por una bella señorita quién parecía actriz famosa, no decidió bajar la guardia.
Luego de estar un rato quieto como garrotera cual chavo del 8. Otras dos voces lo sacaron de estar embobado viendo a la extraña chica zorro, ya que ver una de por si es muy difícil de creer hasta verlo pero tres es un milagro.
—¿Estas bien hermanita, no te fracturaste las garras? —preguntó una chica zorro muy parecida a la primera solo que en vez de orejas de elfo tenía un par de orejas peludas y esponjosas sobre su brillante melena rojiza que terminaba en sus hombros.
Junto con su hermosa mirada cálida de sus brillantes ojos que parecía dos bellas esmeraldas finas y pulidas, con vestimenta de la época feudal china que acentuaba su curvilínea figura; llevando una peineta de oro con incrustaciones de jade y un extraño collar de cadena doble con una flor de loto ambas de plata.
—Creo que su leve herida es lo menos importante ahora, pues estamos junto a un sucio mortal que nos ha estado mirando de una forma extraña —dijo con algo de disgusto y seriedad otra chica zorro la cuál era una mezcla de las otras dos.
Teniendo pelo castaño liso y bien cuidado que le llegaba hasta la cintura teniendo en la cabeza un par de orejas puntiagudas en su cabeza; vistiendo con un kimono negro que parecía algo pegado a su cuerpo dándole cierto encantó y sensualidad, además de un abanico de plumas negras y una pulsera en su muñeca con una piedra negra ovalada parecida a la obsidiana a juego con su apariencia gótica.
Esto no era lo más impresionante de ella pues se veía muy atractiva para muchos en especial los de gustos góticos, junto con su mirada penetrante que daba miedo y una extraña atracción hacia esta; la cuál era un dilema interno sobre si querer cortejarla por su belleza exótica o ser su juguete, volviendo a sus víctimas tarados masoquistas de sus encantos.
Pero a Arcydem no le hacía nada y solo aumento su adrenalina mientras sostenía el aceite bendito salado y la bolsa con la sal restante, mientras sostenía con terror el machete a la vez que asumía una postura de pelea marcial pero del tipo espadachín.
Aún así aquellos movimientos no escaparon de la vista de las tres kitsune o al menos dos. La más pequeña aún seguía sobando su mano como niño chiquito y su hermana la trataba de calmar actuando como madre protectora.
En cambio la dama negra o tercer hermana (Quien parece ser la mayor de las tres) no le quitaba los ojos de encima al pobre chico‚ que tenía una mezcla de sentimientos encontrados y por encontrar en sus adentros.
Con su respiración agitándose con cada segundo Arcydem no quitaba la atención del lugar donde estaban las tres extrañas chicas por la inquietud que le daban sus presencias, ya que ellas emitían una extraña aura (que ponía en alerta a aquellos sensibles a las energías) demostrando ser seres con cualidades sobrenaturales.
«Esto se me esta saliendo de las manos además del machete y pues aquellos demonios no parecen ser gente en cosplay» pensó Arcydem tratando de mantener su postura intacta: para no ser atacado por sorpresa o descuido de pendejo, ya que lo era en todo el sentido de la palabra.
Pero lo que no se esperaba es que al mismo tiempo que caían gotas de sudor por su mentón, un chorro cayera en su ojo derecho guiñando en dirección a las chicas zorro. Lo cuál percibió la "dama negra" y empezando a caminar de forma lenta pero vivaz: teniendo un extraño aire seductor innato que movían sus curvas en modo excitante.
Aquél caminar de la chica puso no solo en alerta máxima a Arcydem sino que lo alarmaba más, pues se empezaron a desconectar sus sentidos. Entre jadeos por falta de aire fresco también se estaba excitando, abultando su pantalón cerca de sus bajos poniéndolo más incómodo en esa extraña situación.
La reacción natural del cuerpo de Arcydem no pasó por alto de la chica zorro, quién puso una sonrisa pícara de oreja a oreja (que ponía aún más incómodo al pobre chico). Con arma en mano (o "armas" en este caso) que tenía listo para cualquier incidencia tratando de serenarse, aunque su técnica de respiración lo ponía un poco más tenso eso también aceleró el paso de ella.
En realidad todo sucedió en pocos segundos pero la situación se sentía como en cámara lenta para Arcydem, quién veía todo esto como si fuese una escena de peligro antes de morir sacado de una película de terror por la tremenda chica zorro que se acercaba de forma de pasarela. Con un encanto sensual y una postura de modelo profesional que llevaba algo de tiempo en la industria.
—A-a-alejate demonio —fué en ese mismo instante lo único que se le ocurrió al pobre chico fue tirarle el aceite bendito y un puñado de sal, que dejó estupefactos a los cuatro dentro de la bodega.
Las dos hermanas se quedaron impactadas ante tal osadía del chico pero eso no fue lo que pensó la chica mayor, ya que se mostraba una clara cara de disgusto con el ceño fruncido junto a una leve vena marcada en su frente. a la vez que apretaba los puños con sus brazos temblando por contener su furia.
—Q-q-qué diablos ¿No es un demonio? — esa fue la gota que colmó el vaso de la chica zorro, pues levantó su brazos que se les empezaron a ensanchar las venas.
Al mismo tiempo que cambiaron su aspecto como al de un hombre lobo por el ligero pelaje con el mismo color de su cabello y sus uñas; tomando la apariencia de garras largas color carbón con punta bien afilada, pareciendo un nahual por su transformación zorruna.
—Primer misterio del santo rosario... —susurró Arcydem con las manos unidas rezando por su posible final.
A la par que las otras dos hermanas zorro veían como se desarrollaba la escena, que parecía sacada de una película de acción sangrienta. Por como su hermana mayor por como amenazaba al pobre chico quien no tenía la culpa de sus actos.
Fue entonces que decidieron empezar a rezar por Arcydem para que no sufra demasiado, pues sentían algo de lastima por el en su desgracia.
\\Desde la ventana\\
Se podían ver a unas personitas del tamaño de insectos, que emitían un leve brillo que se notaba en el vidrio de la ventana.
—Ya vez Ciwrro te dije que sería buena idea venir pues se puso bueno el complot —alcanzó a decir Ahpra con la cara pegada al vidrio de la ventana, que empañaba respirando con emoción.
—*ahhh*En serio Ahpra a veces no logro comprender tu mentalidad y forma loca de ser ante los humanos —suspiro Ciwrro quien no podía entender a su compañera.
—Será mejor inmortalizar este glorioso y despiadado momento entre ese chico y la loca zorra rabiosa —le ordenó Ahpra a Ciwrro a quien arrastró porque si.
—Tienes suerte de que lo traje conmigo —dijo Ciwrro sacando un extraño cristal de cuarzo: de un morral hecho de hojas de eucalipto cosidas con pequeños hilos de raíces verdes.
—¿Que esperas?activala rápido —dijp Ahpra emocionada.
—Ya lo iba a hacer pues también quiero llevarme este alocado recuerdo —dijo Ciwrro sosteniendo el cuarzo frente al vidrio de la ventana sin hacer mucho ruido.
El cuál emitió un leve brillo apenas perceptible que cubrió todo el cristal: apareciendole una proyección de la escena de Arcydem y la chica zorro emputada como si fuese una cámara digital grabando todo dentro de la bodega.
Perdón por qué hace más de un año que no actualizo pues el trabajo y la escuela son un caos pero sería mentir
Porque en realidad fue demasiado leer mucho y ver tutos de escritura que no me tomé el tiempo para escribir pero si dibujar así que veré tomarme más tiempo pues ví que les encantó el primer capítulo
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