Ye Wanwan inicialmente pensó que Si Xia no vendría al ensayo hoy, así que se había puesto lápiz labial morado.
Al ver a Si Xia acercarse, preguntó por inercia:
—¿Eh, quieres que cambie el color?
Ella recordaba cómo a Si Xia no le gustaba este color.
Si Xia la miró y una calidez inusual destelló en sus ojos:
—No hace falta, está bonito.
Ye Wanwan:
—…!!!
—¿Qué? ¿Bonito?
—¿Alguien puede salvarme de este tipo?!
Ye Wanwan estaba tan conmocionada que comenzó a retocar su maquillaje para calmarse, pero su delineador de ojos salió torcido ya que sus manos temblaban y hasta se corrió el lápiz labial.
Si Xia echó un vistazo al rostro de Ye Wanwan y una sonrisa fugaz apareció en su rostro gentil, pero en el siguiente momento tomó una respiración profunda y dijo:
—¡Vamos a empezar el ensayo!
Ya que el propio Si Xia quería ensayar, el grupo de chicas que lo rodeaba no podía hacer nada y solo podía sentarse y mirar de mala gana.