El corazón de Jamie parecía haberse detenido cuando oyó las palabras de la enfermera.
Jamie pensó: «¿ella necesita una operación?»
¿Cómo puede ser?
¿Qué le ha pasado?
Estaba delgada, pero no parecía estar enferma. Eso era ridículo.
Jamie aún recordaba que en el pasado, Ellen había dicho que era débil en apariencia, pero que era fuerte como un caballo.
Jamie miró a la enfermera con sombría expresión y dijo:
—¡¿De qué mierda estás hablando?!.
La enfermera se sorprendió por su mirada feroz.
Sin embargo, dijo con desagrado:
—Señor, soy enfermera. No bromeo sobre esto. Tiene cáncer terminal de estómago y ahora sufre de gastrorragia. ¡Si no lo firma, por favor contacte a su familia inmediatamente!.
La mente de Jamie se quedó en blanco de inmediato.
—¿Qué has dicho? ¡Dilo otra vez! —Jamie apretó el agarre en la muñeca de la enfermera, y sus labios temblaban ligeramente.
La enfermera frunció el ceño:
—La paciente tiene cáncer terminal de estómago. ¿No lo sabía?