Punto de vista de Kelly
—Pierce... Pierce... —seguía cantando su nombre entre gemidos. Estábamos sumergidos en el agua de la piscina y aunque la noche es fría, ya no podía sentirla. Todo lo que podía sentir era la sensación ardiente y la anticipación de lo que estábamos haciendo.
Todavía estamos vestidos mientras él me sumergía en sus besos placenteros. Estaba mordisqueando mi cuello y acariciando mis pechos a través del vestido que llevo puesto. Ya estaba tan sumergida en el placer. Ni siquiera sé cómo llegamos al agua de la piscina. Estaba acariciando su espalda y desordenando constantemente su cabello.
Mis labios se separaron cuando sentí su lengua trazando mi clavícula. Mis ojos se dilataron mientras echaba mi cabeza hacia atrás. Mi mirada encontró la luna y las estrellas esparcidas en el cielo, sirviéndonos de testigos.
—Kelly... —la voz ronca y suplicante de Pierce me hizo temblar. Sentí su mano levantando lentamente mi vestido.