Durante las primeras horas casi parecía que iban a poder repeler el ataque de los Gigantes de la Escarcha, pero luego las unidades que habían llegado a la nieve hicieron su jugada. Trescientos Gigantes de Hielo de Rango Comandante vestidos de blanco y con capuchas aparecieron desde la tormenta y causaron estragos a través de las líneas principales de formación del Ejército del Dragón Dorado.
—Todas las unidades secundarias, esto es una retirada general. Todas las unidades secundarias, esto es una retirada general. Formen en Punto de Control Bravo para contraataque —la radio repitió.
—Halcón, ¿eso está haciendo que el Comandante Dalton se mueva? —preguntó Karl.
—Ya están empacando su equipo. No parece que planeen dejar un cañón para Thor, pero podríamos tener suerte —respondió Halcón.
—Cañón, cañón, cañón —animó Thor, mientras Rae y Remi se reían de su optimismo.