La lista seguía y seguía. Yan Zheyun había pasado toda la tarde interrogando a Shuangxi para conocer la historia completa, asegurándose de no haber pasado por alto nada que le ayudara a presentar un caso contra los autores del incidente, muchos de los cuales estaban ahora en la habitación con él. También había memorizado el resumen que el médico imperial le había presentado sobre la condición de Hua Zhixuan. Le había recordado a aquel tiempo en que había hecho prácticas en el conglomerado de su padre y había trabajado durante seis meses con el departamento legal para demandar a otra compañía por incumplimiento de contrato. En aquella ocasión, también había catalogado las pruebas.
Así era como funcionaba su mente. No importaba que las leyes fueran diferentes ahora. La Noble Consorte Li, el Señor Talentoso Liang e incluso el emperador operaban dentro de un cierto marco de reglas en las que Yan Zheyun podía confiar.