Capítulo 25: Conspiraciones
El ambiente en el cuartel general de los Cuervos era tenso. Tras su encuentro con Viejo Max, el equipo había comenzado a analizar la información obtenida, pero la sensación de inminente peligro no desaparecía. Las últimas misiones los habían dejado vulnerables y los recientes sacrificios habían impactado a todos. Sin embargo, había algo más en el aire, una sensación de que CHO Corp estaba preparando algo grande, algo que podría cambiar por completo la guerra que se avecinaba.
Kuro estaba sentado en el centro de la sala de planificación, observando un mapa de Sky City proyectado en la pared. Junto a él, Killer Zero revisaba los archivos que Max les había proporcionado, mientras Alter y Ego, inseparables como siempre, murmuraban entre ellos, buscando patrones en la red de operaciones de CHO Corp. Deux estaba sentado en una esquina, ajustando uno de sus dispositivos mecánicos con concentración, mientras el Doctor examinaba algunos informes recientes que había recibido de sus fuentes en el hospital.
—Algo no cuadra aquí —murmuró Kuro, levantándose y acercándose al mapa—. CHO Corp ha estado incrementando su seguridad en las últimas semanas, pero al mismo tiempo, parece que están distrayendo a la policía y a otros grupos de la resistencia con movimientos superficiales. Están escondiendo algo grande.
—¿Y cómo sabemos que no es solo una maniobra para mantenernos ocupados? —preguntó **Killer Zero**, mirando con desconfianza uno de los puntos en el mapa donde las fuerzas de seguridad de CHO Corp parecían haber aumentado dramáticamente.
Kuro frunció el ceño. Esa era precisamente la cuestión. Sabía que CHO Corp no se detendría ante nada para proteger sus secretos más oscuros, pero los movimientos recientes no tenían sentido. No era solo una cuestión de proteger sus laboratorios; había algo más en juego, algo más profundo.
En ese momento, la pantalla de la sala parpadeó. **Celia**, su hacker, apareció en la transmisión, su rostro parcialmente iluminado por las luces de su computadora.
—Tengo algo, chicos —dijo, y todos dirigieron su atención hacia ella—. He estado siguiendo algunos hilos sueltos dentro de las comunicaciones internas de CHO Corp. Al principio pensé que eran solo movimientos logísticos, pero ahora estoy segura de que hay un complot dentro de la corporación. Algunos de los altos mandos están planeando algo, y no es solo para consolidar el poder. Están conspirando para cambiar el liderazgo de la corporación.
El silencio se apoderó de la sala. Un cambio en el liderazgo de CHO Corp significaría una alteración completa del equilibrio de poder en Sky City. Si había una conspiración interna, eso podría ser la clave que los Cuervos necesitaban para aprovechar la situación y desmantelar la corporación desde dentro.
—¿Tienes pruebas de eso? —preguntó Deux, dejando de lado su trabajo y acercándose al monitor.
Celia asintió y comenzó a mostrar una serie de mensajes cifrados y comunicaciones secretas entre miembros de alto nivel de CHO Corp.
—Estos mensajes sugieren que varios ejecutivos están descontentos con la dirección actual de la corporación, y están buscando una manera de derrocar a **Gustaf Von Petrick**. Creen que su liderazgo es demasiado arriesgado y que está poniendo en peligro a la corporación con sus experimentos inhumanos y su creciente ambición.
Los ojos de Kuro se entrecerraron al escuchar el nombre de su tío. Gustaf era una figura imponente, despiadada y calculadora. Aunque Kuro había jurado acabar con él y su imperio corrupto, sabía que su tío no cedería el poder tan fácilmente. Sin embargo, si había una rebelión interna, eso podría ser su oportunidad.
—Esto podría ser lo que necesitamos —dijo Kuro, finalmente—. Si logramos interferir en esta conspiración y la usamos a nuestro favor, podríamos debilitar a CHO Corp desde adentro.
—No será fácil —intervino el Doctor, que hasta ahora había permanecido en silencio—. Gustaf tiene ojos y oídos en todas partes. Si sospecha que hay una traición en curso, aplastará a todos los involucrados antes de que puedan hacer algo. Tendremos que ser extremadamente cuidadosos.
Kuro asintió. Sabía que el Doctor tenía razón, pero también sabía que no podían perder esta oportunidad.
—Celia, ¿puedes averiguar más sobre los conspiradores? Necesitamos saber quiénes son y qué planean exactamente.
—Estoy en eso —respondió Celia, su atención volviendo a sus pantallas—. Dame unas horas y tendré algo más concreto.
Mientras Celia trabajaba, los Cuervos comenzaron a discutir las posibles implicaciones de la conspiración. Si lograban desestabilizar a CHO Corp desde dentro, podría ser el golpe que necesitaban para finalmente inclinar la balanza a su favor. Pero también sabían que cualquier paso en falso podría significar la ruina para todos ellos.
Horas más tarde, Celia regresó a la pantalla, con una expresión aún más seria.
—Lo he encontrado —dijo—. Los conspiradores principales son dos ejecutivos de alto rango: **Nathaniel Drake** y **Rebecca Levington**. Ambos han sido aliados cercanos de Gustaf en el pasado, pero ahora están preocupados por el impacto que sus decisiones están teniendo en la corporación. Creen que está obsesionado con su control sobre Sky City y que está perdiendo el foco en lo que realmente importa: el control de las corporaciones globales.
Kuro se cruzó de brazos, reflexionando sobre la nueva información.
—Entonces, Nathaniel y Rebecca quieren eliminar a Gustaf para tomar el control de CHO Corp y cambiar su enfoque. Si nos acercamos a ellos, podríamos usar su descontento para debilitarlos desde dentro.
—Pero es un riesgo enorme —advirtió Killer Zero—. Si nos descubren, estaremos luchando en dos frentes: contra Gustaf y contra sus propios traidores.
Kuro asintió.
—Lo sé. Pero si no tomamos este riesgo, CHO Corp continuará expandiendo su poder y destruyendo todo lo que se interponga en su camino. Tenemos que intentar aprovechar esta conspiración.
El equipo asintió, aunque la preocupación seguía siendo evidente en sus rostros. Sabían que la misión que tenían por delante sería una de las más peligrosas hasta ahora, pero también sabían que era una oportunidad única para cambiar el curso de su lucha.
—Celia, sigue rastreando las comunicaciones entre Nathaniel y Rebecca —ordenó Kuro—. Necesitamos saber cuándo y dónde van a actuar. Y cuando lo hagan, estaremos listos para aprovechar la situación.
El equipo se dispersó para prepararse para la siguiente fase de su lucha. Sabían que cada movimiento debía ser calculado, cada decisión cuidadosamente planeada. Con CHO Corp dividida por dentro, los Cuervos tenían una oportunidad de oro, pero también sabían que cualquier error podría ser el fin de todos ellos.
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