—Tenemos que movernos y encontrar otro lugar para dormir por la noche —Razial ayudó a Lotus.
Dando una última mirada cautivadora al árbol, empezaron a alejarse.
Faris estaba cansado, por lo que también se transformó en su espíritu de zorro para poder descansar. Aiko y Faris trotaban uno al lado del otro.
Después de una hora, todos estaban exhaustos, especialmente Lotus. No estaba acostumbrada a caminar tanto. Pero los peligros acechaban en cada rincón.
—No puedo caminar más —Lotus se inclinó con sus manos sobre las rodillas. Razial suavemente le frotó la espalda.
—Tengo una idea. Puedo transformarme en mi dragón y todos pueden dormir bajo mis alas. Él mantendrá a todos a salvo y también podremos descansar —ofreció Siroos.
—Eso sería perfecto —Cassandra, complacida con la idea, plantó un pequeño beso en la mejilla de Siroos.
Eligieron un pequeño claro en este peligroso bosque y Siroos se transformó, dejando que su majestuoso dragón tomara el control.