—Sus dedos se enroscaron alrededor de sus perfectos globos y Razial los apretó suavemente —la acción envió sensaciones que le recorrieron y llegaron justo a su ardiente núcleo.
—Sus poderes salieron de ella al azar, creando cadenas de flores rosadas que corrían alrededor de ambos, rodeándolos.
—Dos ramas se extendieron y se deslizaron bajo la manta, agarraron los brazos de Razial, lo jalaron ligeramente hacia atrás y lo amarraron contra la pared temporal que Lotus había creado con sus poderes.
—El aliento de Razial se atoró en su garganta, pensando que se había excedido —no luchó contra sus poderes, dejó que lo mantuviera cautivo mientras suaves enredaderas se enredaban también alrededor de sus tobillos y muslos.
—Ella lanzó la manta fuera de sí y se acercó a él como una pantera, segura y depredadora —el brillo del deseo ardía en sus ojos.
—La tormenta rugía afuera del domo; la tormenta también rugía adentro, la tormenta de pasión y deseos sin filtrar.