Al día siguiente, ambos hermanos decidieron explorar la zona del mercado, con la esperanza de encontrar más pistas y cumplir con su palabra de que estaban buscando ingredientes raros.
El mercado era un lugar ruidoso con vendedores mostrando su mercancía en tiendas o puestos. Algunos incluso vendían sus bienes en cestas de yute.
Faris y Siroos miraban alrededor manteniendo un ojo y oído atentos para captar cualquier atisbo de noticias relacionadas con Kanyón o Cassandra. Un vendedor ofrecía hierbas, selladas y conservadas en frascos de vidrio. Algunas eran frescas y las había colocado ordenadamente en canastas coloridas.
—Dos por el precio de uno —cantaba, al ver a Faris y Siroos observar sus productos.
—¿Cuánto por las raíces de Ghatia? —preguntó Siroos, sabiendo que al menos Fownso estaría contento.