Capítulo 89: Tengo que admirarlos, chicos.

Quince minutos más tarde, cuando Tang Shu terminó la pintura del paisaje que no desmerecía en comparación con el Dibujo de Ciruelo Frío, sintió una profunda malicia proveniente de la realidad.

—¡Maldita sea, también quiero este, ¿qué hago?!

—¡Pequeño Lindo, te estás pasando, no creas que puedes tener dos solo porque tienes un nombre lindo, ¡no lo mereces!.

—Mira, no puedes contenerlo, ahora estás en apuros, ¿verdad? Mira lo presumido que estabas antes.

—Admito mi error, ¿de acuerdo? Quiero el Ciruelo Frío, y también quiero esta pintura de paisaje, ¿qué hago?

—¡Exagerados, nosotros ni siquiera tenemos uno, ¿por qué tú deberías tener dos? ¡Imposible!!!

—Sigue soñando.

Los internautas finalmente tuvieron su oportunidad de venganza, centrando todo su fuego en 'Soy Pequeño Lindo', lanzando sus comentarios en la pantalla deslizante.

En los dibujos posteriores de varios jarrones de porcelana, Tang Shu inconscientemente aceleró su ritmo.