Al terminar de analizar las estadísticas del Terror y el Dragón Subterráneo, Ian se dio cuenta de que ambos estaban en el nivel 4 inicial. Intrigado por su potencial, Ian le preguntó al sistema cuáles serían sus posibilidades si se enfrentara a un oponente de nivel 4 pico, el punto máximo de ese nivel.
El sistema respondió con su tono metódico y preciso:
Con tus habilidades actuales y la fuerza de tus esclavos, tus probabilidades de éxito serían del 57%. Sin embargo, debes tener en cuenta que en un combate de tal magnitud, varios de tus esclavos desaparecerían al ser destruidos en el proceso.
Intrigado por conocer sus límites, Ian decidió preguntar al sistema sobre sus posibilidades contra un oponente de nivel 5.
Contra un oponente de nivel 5, con tus recursos actuales, tendrías un 34% de probabilidades de éxito. Sin embargo, las bajas serían considerables, y varios de tus esclavos desaparecerían. Este nivel representa un desafío significativamente mayor.
La advertencia dejó claro que, aunque Ian y sus esclavos eran poderosos, enfrentar a un enemigo de nivel 5 requeriría una planificación y preparación mucho más cuidadosa si no quería arriesgarlo todo en el proceso.
Ian terminó de revisar las estadísticas de sus esclavos de alma y, satisfecho con lo que veía, se dispuso a continuar con los otros asuntos pendientes. Con un gesto rápido, abrió su espacio de almacenamiento y empezó a sacar las herramientas que había adquirido: frascos de cristal, morteros, pesas de precisión, y varios utensilios esenciales para la elaboración de pociones. Finalmente, sacó las partes del dragón subterráneo que había guardado tras la batalla: escamas robustas, colmillos afilados y glándulas venenosas.
Tarek, que estaba observando desde una esquina, se acercó al ver todos los materiales dispuestos. "Parece que tienes bastante, pero falta algo", comentó, examinando las partes del dragón con ojos expertos. "Necesitamos hierbas raras para equilibrar los efectos del veneno, además de cristales energéticos de buen nivel. Sin eso, las pociones no alcanzarán su máximo potencial."
Ian asintió, confiando en el juicio de Tarek. Sabía que su compañero tenía un conocimiento profundo de la alquimia y la creación de pociones. Sin perder tiempo, Ian accedió a la tienda del sistema. El interfaz se desplegó ante él, mostrando una infinidad de opciones. Con los ingredientes exactos que Tarek mencionaba en mente, navegó rápidamente por las opciones y seleccionó lo necesario: un conjunto de hierbas raras y cristales energéticos de alta calidad.
En cuestión de segundos, los artículos materializados estaban frente a él. Las hierbas emanaban una energía vibrante, mientras que los cristales relucían con una luz interna.
"Todo listo," dijo Ian, entregándole los materiales a Tarek. "¿Esto es lo que necesitas?"
Tarek tomó los ingredientes y asintió con aprobación. "Perfecto. Con esto, las pociones serán tan poderosas como lo habíamos imaginado."
Sin más dilación, Tarek comenzó a trabajar. Trituró las escamas del dragón, mezcló el veneno en proporciones exactas, y agregó los cristales energéticos con precisión. Ian observaba en silencio, confiando en las habilidades de su compañero, sabiendo que de esas pociones dependería el futuro de sus próximas batallas.
Después de tres días de arduo trabajo, Tarek finalmente terminó de elaborar las pociones. Ian, que había estado esperando con creciente impaciencia, se dirigió a la mesa donde su aliado había dispuesto los frascos con precisión.
Las pociones brillaban bajo la luz de la habitación, cada una en un frasco perfectamente trabajado:
- Poción de Fuerza: El líquido rojo profundo parecía casi vibrar con una energía intensa. Al observarla, Ian podía casi sentir el aumento en la fuerza física que prometía, como si un golpe de poder puro estuviera atrapado en el frasco.
- Poción de Poder Mágico: De un azul brillante y luminoso, esta poción parecía contener un fragmento del propio cielo nocturno. Su resplandor sugería una potencia mágica que podría amplificar significativamente las habilidades de quien la bebiera.
- Poción de Constitución: El tono verde esmeralda de esta poción evocaba una sensación de vitalidad y resistencia. Parecía estar cargada de la fuerza vital necesaria para resistir y recuperarse de cualquier adversidad.
Tarek, con un brillo de orgullo en los ojos, presentó las pociones a Ian. "Estas pociones están hechas con el corazón del dragón subterráneo. Cada una ha sido diseñada para aumentar tus estadísticas: la fuerza, el poder mágico y la constitución."
Ian tomó un momento para admirar los frascos, sintiendo una oleada de anticipación. Aunque no se había especificado cuánto aumentarían las estadísticas, el diseño y el esfuerzo invertido en cada una eran indicativos de un impacto significativo.
Tarek sonrió y asintió. "Estoy seguro de que verás los resultados pronto. La combinación de estos ingredientes he creado pociones de gran potencia.
Luego de que Tarek entregó las pociones a Ian, este se dirigió a un rincón apartado de la cueva, donde el ambiente se tornaba más tranquilo y solitario. Sus esclavos de alma, leales y atentos, formaron un perímetro de protección alrededor de él, asegurando que nada interrumpiera el proceso que estaba a punto de iniciar.
Ian se sentó en el suelo de la cueva, cruzando las piernas en una posición de meditación. La luz tenue que entraba por las rendijas de la cueva creaba un juego de sombras en las paredes, proporcionando un entorno adecuado para el consumo de las pociones y la absorción de sus efectos.
Con un gesto deliberado, Ian sacó la Poción de Fuerza y la observó. El líquido rojo profundo parecía pulsar con una energía contenida. Lo bebió de un solo trago, sintiendo una oleada de calor que se extendió por todo su cuerpo. Los músculos de Ian se tensaron y se endurecieron como si estuvieran recibiendo una carga eléctrica. No obstante, en lugar de una transformación instantánea, el efecto fue gradual. A medida que pasaban las horas y luego los días, Ian empezó a notar una creciente fuerza en cada movimiento. Su capacidad para levantar objetos pesados y realizar esfuerzos físicos intensos se incrementaba día a día.
Al segundo día, Ian tomó la Poción de Poder Mágico. Al beber el líquido azul brillante, una corriente mágica parecía fluir directamente a su núcleo. La primera sensación fue una oleada de energía que casi lo desequilibró. Pero, al igual que con la poción de fuerza, el verdadero efecto se hizo evidente con el tiempo. A lo largo de la semana, su capacidad para manipular la energía mágica se intensificó. Sus hechizos se volvían más potentes y precisos, y su conexión con el flujo arcano se profundizaba. Cada día, las ráfagas de poder mágico se volvían más eficaces y su capacidad para mantener hechizos complejos se fortalecía.
Finalmente, el tercer día, Ian bebió la Poción de Constitución. El líquido verde esmeralda tenía un efecto inmediato en su sistema. A medida que el brebaje se distribuía por su cuerpo, una sensación de vigor y fortaleza lo envolvía. Pero, como con las otras pociones, el mayor impacto se mostró con el paso del tiempo. La poción incrementó su resistencia y vitalidad, permitiéndole recuperarse de fatigas y lesiones con mayor rapidez. Cada día que pasaba, su cuerpo parecía fortalecerse, resistiendo el cansancio y las molestias con una eficacia renovada.
A lo largo de la semana, Ian experimentó una transformación notable. Su Manual de Fuerza Básica alcanzó el nivel 3, lo que se reflejaba en un aumento significativo de su capacidad física. La mejora se evidenció en su habilidad para enfrentar desafíos físicos con facilidad, levantar objetos pesados sin esfuerzo y mantener una resistencia prolongada en combate.
Mientras tanto, sus esclavos de alma seguían vigilantes, asegurando que ningún peligro interrumpiera su proceso de adaptación. Ian aprovechó cada día para familiarizarse con los nuevos niveles de poder que había adquirido, ajustando su entrenamiento y técnicas a las nuevas capacidades que ahora poseía.
Al observar que su fuerza había superado los 1000, Ian sintió una oleada de motivación. Sabía que el umbral básico para intentar avanzar al nivel de Fundación y alcanzar el nivel pico de entre era tener al menos una estadística por encima de los 1000 y al acanzar el pico de entrenamiento deki.
Sin embargo, Ian no se conformaba con lo mínimo. Aunque sabía que podía comenzar el proceso con una sola estadística elevada, su ambición iba más allá. Quería no solo cumplir con el requisito básico, sino superar todos sus atributos a este nivel. La idea de tener todas sus estadísticas sobre los 1000 le ofrecía una base sólida y completa, asegurando una transición más robusta y efectiva al siguiente nivel de cultivo.
Mientras contemplaba su progreso, Ian se comprometió a elevar sus otras estadísticasagilidad, constitución y poder mágico hasta superar también el umbral de los 1000. Estaba decidido a no solo alcanzar el nivel de Fundación, sino a establecer una base de poder que le diera una ventaja significativa en sus futuros desafíos.
Con la vista fija en sus metas, Ian planeó intensificar su entrenamiento y optimizar sus recursos para lograr este objetivo. Sabía que el camino sería arduo, pero su determinación y ambición lo impulsaban a trabajar sin descanso para consolidar su base y avanzar con un poder inigualable.