Después de la intensa batalla, el ambiente del bosque quedó en silencio, pero esta vez no era la misma calma opresiva de antes. El aire se sentía más ligero, como si una gran carga hubiera sido levantada. Ian, con una expresión de determinación y concentración, observó los restos humeantes del Líder de los Árboles Vivientes y de las otras bestias arbóreas caídas. Sabía que aún había algo más que hacer.
Ian se acercó a los restos del gran árbol, sintiendo una presencia persistente en el aire, una vibración tenue de energía espiritual. No todos los enemigos perecen de forma absoluta; algunos dejan detrás fragmentos de su esencia, sus almas. Ian cerró los ojos y comenzó a canalizar su propia energía espiritual y magica, invocando la habilidad esclavitud de almas. Extendió su mano y concentró su energía, formando un círculo místico en el suelo a su alrededor.
Las almas de los árboles, aunque debilitadas, no se rendían fácilmente. Ian podía sentir la resistencia de las esencias atrapadas, especialmente la del gran árbol, cuya fuerza espiritual era imponente, incluso en la derrota. Pero Ian no se dejó intimidar. Con un enfoque inquebrantable, usó su poder para doblegar las voluntades de las almas, forzándolas a someterse a su control.
Alfinal de una intensa lucha mental ian pudo esclavizar cinco árboles vivientes entre ellos el gran árbol líder, sus almas emergiendo como espectros de un brillo verde opaco. Sus formas etéreas intentaron luchar contra la fuerza de Ian, pero poco a poco se fueron debilitando bajo la presión de su magia.
El proceso había sido agotador, pero al ver los cinco destellos de luz atrapados dentro de pequeños cristales oscuros, Ian sintió una gran satisfacción. Sabía que estas almas tenían un gran potencial. Con el tiempo y la energía adecuada, podrían ser utilizadas como poderosas entidades defensivas o incluso ofensivas,
Una vez que aseguró las almas, Ian se volvió hacia Tarek, que estaba observando con admiración y cansancio después de la feroz batalla. "Tarek, asegúrate de recoger todo lo valioso que podamos de estos árboles," ordenó Ian. "Sus núcleos y materiales tienen propiedades especiales que podrían sernos útiles o rentables."
Tarek, un experto en materiales mágicos, asintió rápidamente y se puso a trabajar. Con cuidado, extrajo los núcleos de las bestias arbóreas caídas, cristales pulsantes de energía natural que eran el corazón de cada criatura. Los núcleos de los árboles vivientes eran particularmente raros y poderosos, cargados con una mezcla de energía elemental y espiritual. Además, Tarek recolectó fragmentos de la corteza endurecida, hojas afiladas como cuchillas y raíces que aún brillaban con un tenue resplandor verde. Cada material tenía un propósito y un valor especial en el mercado de objetos místicos.
Ian, por su parte, se dedicó a evaluar los materiales y a decidir cuáles vender y cuáles conservar para futuros usos. Sabía que algunos de estos recursos podían potenciar las habilidades de su equipo o mejorar su equipamiento. Sin embargo, también era consciente de que necesitaban fondos para continuar su aventura y asegurar el mantenimiento de su equipo y provisiones.
Finalmente, después de un par de horas de recolección y evaluación, Ian y Tarek llevaron los materiales de regreso al campamento. Ian accedió a la tienda de puntos energéticos y comenzó a vender una parte de los núcleos y materiales especiales. Los materiales más comunes fueron vendidos rápidamente, mientras que los núcleos de las bestias arbóreas y los fragmentos de corteza endurecida encontraron compradores dispuestos a pagar precios elevados por sus propiedades únicas.
En total, Ian logró recaudar 3 millones de puntos energéticos. Combinados con lo que ya tenía, Ian ahora contaba con una cantidad significativa de recursos para preparar mejor a su equipo y enfrentar los desafíos que aún aguardaban en el vasto e impredecible mundo que se extendía más allá del Bosque Encantado.
Con las nuevas almas esclavizadas a su disposición y una buena cantidad de puntos energéticos recaudados, Ian sentía que estaban un paso más cerca de su objetivo final. Pero sabía que esto era solo el comienzo, y que nuevas amenazas y oportunidades esperaban más adelante. Con un brillo de determinación en sus ojos, Ian comenzó a planificar su siguiente movimiento.
Después de recoger todos los materiales valiosos, Ian se preparaba para continuar avanzando a través del bosque, pero fue detenido por Tarek. "Maestro," dijo el mago, todavía con la adrenalina de la batalla en su voz, "¿por qué no probamos las habilidades de los nuevos esclavos de alma? Podrían ser más útiles de lo que pensamos."
Ian asintió, intrigado por la idea. Era cierto que los espíritus de los árboles vivientes esclavizados ahora estaban bajo su control, pero hasta ahora no había explorado completamente sus capacidades. Este era el momento perfecto para hacerlo. Ian tomó los cristales oscuros que contenían las cinco almas de los árboles vivientes y los sostuvo en su mano, sintiendo una ligera vibración de poder en cada uno.
Decidido, Ian se concentró en uno de los cristales que contenía un árbol normal. Liberó un flujo de energía, permitiendo que el espíritu emergiera del cristal en una forma espectral. El árbol viviente apareció como una sombra espectral de su antiguo yo, con su figura aún imponente pero envuelta en una bruma etérea, sus hojas ahora parecían vapor translúcido que se movía suavemente, como si fueran empujadas por un viento invisible.
"Veamos qué puedes hacer", murmuró Ian. En ese instante, el árbol comenzó a mover sus ramas espectrales, y de inmediato el aire a su alrededor se volvió más frío. Un viento helado se formó de la nada, soplando con una intensidad escalofriante. El árbol invocaba el viento helado como un ataque, succionando la temperatura del ambiente y dirigiendo ráfagas de aire frío hacia un área determinada. Las hojas de los árboles cercanos se cristalizaron en un instante, cubiertas por una capa de escarcha, y el suelo comenzó a congelarse.
Tarek observaba fascinado, notando cómo el viento helado no solo era un ataque directo, sino que también podría debilitar a los enemigos, ralentizándolos o incluso congelándolos en el lugar. "Impresionante… Esto podría ser muy útil para controlar el campo de batalla," comentó Tarek.
Pero lo que más intrigaba a Ian era la capacidad única de estos árboles como almas esclavizadas. "Muéstrame tu verdadero poder," ordenó Ian, con una voz firme. En respuesta, el árbol normal movió sus hojas como si tomara una profunda bocanada de aire inexistente. Y entonces, lo que alguna vez fueron raíces ahora se extendieron como sombras, surgiendo del suelo con una velocidad aterradora.
Las sombras se movían con libertad, recorriendo tanto por debajo de la superficie como por encima de ella. Ian pudo ver cómo estas sombras podían cruzar grandes distancias en un abrir y cerrar de ojos, alcanzando cualquier objetivo en cuestión de segundos. Las raíces espectrales se elevaron, rodeando un tronco de árbol cercano, y en un instante, se envolvieron alrededor de él con una fuerza letal, estrujándolo con una presión implacable. El tronco comenzó a crujir, y en un momento de pura fuerza, las sombras lo partieron por la mitad.
Tarek asintió con aprobación. "No tienen las limitaciones físicas de antes. Ahora que no tienen cuerpo físico, pueden moverse a través del suelo o la superficie, según lo necesitemos, para atrapar y estrangular a cualquier enemigo. Este tipo de ataque podría ser devastador para los oponentes que dependen de velocidad o distancia para su ventaja."
Ian sonrió al ver el potencial que tenían estos nuevos esclavos. Decidió probar lo mismo con el Líder de los Árboles Vivientes. Sacó el cristal oscuro más grande y concentró su energía una vez más. Esta vez, el Líder de los Árboles Vivientese emergió. Su forma espectral era mucho más grande e imponente que la de los otros, y su presencia espiritual era tan fuerte que el aire a su alrededor vibraba con una energía sombría.
"Haz lo mismo que tus subordinados," ordenó Ian. El líder asintió lentamente y extendió sus ramas espectrales. A diferencia de los árboles normales, cuando sus sombras se extendieron, lo hicieron a una distancia mucho mayor. Las sombras serpenteaban por el suelo como serpientes negras, cubriendo un área significativa. Cuando las sombras alcanzaron el objetivo que Ian había señalado, se alzaron y comenzaron a girar a su alrededor, creando una red densa que no solo estrangulaba sino que también cortaba con precisión mortal, como si cada sombra fuera una cuchilla afilada.
El poder del líder no solo se basaba en la fuerza bruta sino también en la capacidad de afectar a múltiples enemigos a gran distancia. Las sombras podían desatarse para atacar a varios objetivos al mismo tiempo, envolviéndolos y desgarrándolos con fuerza implacable. Además, su control sobre el viento helado era mucho más poderoso, cubriendo una gran área en una bruma de escarcha que dificultaba la visión y congelaba todo a su paso.
Ian sonrió ampliamente, satisfecho. "Esto es más de lo que esperaba. Estos esclavos de alma serán un activo invaluable en nuestras futuras batallas. Con sus habilidades, podemos controlar el terreno, inmovilizar a los enemigos y atacar desde las sombras."
Tarek asintió, igualmente impresionado. "Es mejor probar ahora que estamos a salvo. Podremos adaptarnos a sus habilidades y aprender a utilizarlos al máximo en combate real."
Ian los sacó de los cristales y los posicionó al lado de los de los magos, sabiendo que acababa de añadir un conjunto formidable de armas a su arsenal. Con estos nuevos poderes a su disposición, estaba más preparado que nunca para enfrentar lo que se les viniera encima.