Capítulo 5: Capítulo 5 – Tal vez si voy a morir… otra vez.
Corrí lo más rápido que pude, con el corazón desbocado y los pulmones ardiendo, mientras los gritos de los tres delincuentes resonaban a mis espaldas. La adrenalina me impulsaba, pero este cuerpo o no estaba acostumbrado a correr o aún se estaba recuperando de la casi muerte.
Maldición, pensé. En mi vida pasada, corría el doble de esto cada mañana sin problema, pero ahora… estaba disminuyendo el ritmo sin quererlo. Los pasos detrás de mí se acercaban más y más. Esto no pinta nada bien.
A lo lejos, pude ver un bar abierto. Estaba lleno de gente, y por un breve momento, la esperanza me invadió. Quizás alguien ahí me ayude, pensé. Pero a medida que me acercaba, la realidad me tocaba en la cara. Los clientes del bar estaban más borrachos que los tipos que me perseguían. Al menos esos tres podían correr sin tambalearse. Aquí, la mayoría ni siquiera podía mantenerse sentado.
Sin importarme mucho entre corriendo, algunos me vieron otros no. Ya no me importaba solo quería perderlos.
Mis ojos se posaron en unas escaleras al fondo del bar, junto a unas viejas cortinas polvorientas. Desde lo más profundo de mí, una voz interior —quizás la intuición de Nadir Valdez— me instó a dirigirme hacia ellas. Sin detenerme a pensar, corrí hacia las cortinas y las aparté con un tirón.
Lo que descubrí fue una habitación con una ventana, lo suficientemente grande para que un cuerpo pudiera pasar. Es mi única salida.
Mierda. Estaba en el segundo piso. Había esperado estar más cerca del suelo, pero la caída era considerable. Un mal momento para recordar que tenía vértigo.
Respire hondo, tratando de sofocar el miedo que se apoderaba de mí.
" El que tenga miedo a morir, que no nazca ", murmuré para infundirme valor. No había otra opción. Sin pensarlo más, me impulsé hacia adelante y salté .
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