—La pregunta de Liam invitó a un silencio tenso que reemplazó el ambiente ligero que había a su alrededor antes. Mientras seguían paseando al cachorro por los jardines, el señor Bennett ya no podía soportar el silencio. Sabía exactamente cómo se sentía Amelie pero quería que ella también se abriera y derramara su tristeza sobre él. Reuniendo el coraje, finalmente dijo
—No entiendo al señor Clark… ya tiene a una mujer tan maravillosa a su lado, ¿qué le falta que necesita mirar a otras? ¿Tejido cerebral?
—Amelie estalló en risa ante su tonto comentario. Al instante se sintió mejor. Era fascinante cómo él siempre podía levantarle el ánimo simplemente con decir algo que ni siquiera tenía significado detrás.
—Ver a Amelie de mejor humor también hizo que Liam se sintiera un poco más tranquilo. Se aclaró la garganta para enmascarar el creciente sentido de incomodidad y continuó, ahora un poco más seriamente