Su tono de suficiencia causó que Tang Moyu rompiera el contacto visual y mirara hacia otro lado, pero no pudo ocultar el ligero rubor que apareció en su rostro al escuchar sus palabras. Al verla así, Feng Tianyi se preguntó qué estaría pensando.
Él sabía que ella no era una persona que llevaba el corazón en la mano, él tampoco lo era. Sin embargo, a diferencia de ella, Feng Tianyi usaba sus sonrisas para lidiar con los dolorosos recuerdos de su infancia, mientras que Tang Moyu tenía que ocultar lo que realmente sentía con una máscara fría.
Una parte de él se sentía decepcionada de que ella se viera obligada a ser así. Se preguntaba qué clase de educación habría experimentado Tang Moyu con sus propios padres. Estaba ocultando lo que realmente sentía. Que no dijera todo lo que quería decir le molestaba de alguna manera.