Después de un rato, la joven gritó:
—Lo encontré. Sonrió confiadamente y murmuró:
—Así que estaba escondido aquí...
Líneas de código aparecieron en la pantalla del ordenador. Bajo los hábiles dedos de la joven, los códigos parpadeaban a una velocidad que era difícil de seguir con la vista. Finalmente, una carpeta apareció en la pantalla del ordenador.
Shen Hanxing y la joven se miraron y tenían expresiones de alegría en sus rostros. —Envíalo para allá para que lo vean.
—Vale, el jefe está esperando esto —la chica sonrió y dijo—. Esta vez no podrán escapar.
El asunto era complicado y enmarañado. Finalmente se resolvió al mediodía. Cuando Cheng Dong y Ji Mei abrieron la puerta y entraron, Shen Hanxing se veía aburrida jugando al buscaminas en el ordenador mientras las otras jóvenes yacían en el sofá y dormían profundamente.
—¿Por qué están durmiendo? —Ji Mei frunció el ceño y miró con insatisfacción a las dos jóvenes que dormían en el sofá—. ¿Así es como trabajan?