—¡Tú! —Zhuang Li, quien estaba acostumbrado a ser respetado por los demás, nunca había sido burlado de esta manera—. Abrió mucho los ojos con incredulidad—. ¿Estás hablando conmigo?
—¿Con quién más estaría hablando? ¿Con un perro? —Shen Hanxing frunció el ceño impaciente—. No me interesa perder mi tiempo aquí contigo. Hazte a un lado, o no me culpes por ser grosera —amenazó con su puño cerrado.
—Mujer, eres muy atrevida —Zhuang Li frunció los labios con frialdad—. No pienses que así como así puedes llamar mi atención. He visto a muchas mujeres como tú —. ¿Qué podría hacer ese pequeño puño? ¿Asustar a la gente? ¿Acaso pensaba que él era patético y crédulo como Sisi?
Zhuang Li pensó despectivamente, 'Me temo que cuando lance su puño para golpearme, no sentiré dolor y ella será quien termine gritando de dolor.'