Capítulo 123: Capitulo 123 Cita [ 3 ]
—Punto de vista de Asher Frostblade.
"Mmm"
Elizabeth miró a Asher, sus ojos profundos e indiferentes fijos en él.
Sin embargo, Asher no le prestó atención mientras bebía su café.
Últimamente había estado muy distraído y, cuando sus amigos llegaron, no les prestó atención en lo absoluto.
Por supuesto, al final, cuando se fueron, sí les prestó atención, pero sus pensamientos seguían centrados en Gloriana.
"¿Qué me querrá decir?"
Murmuró mientras Elizabeth se acercaba.
"No estoy segura, pero... quizás es una confesión."
"..."
"¿A qué te refieres? ¿Me confesará algo importante o qué es?"
"..."
Elizabeth se llevó la mano a la cabeza.
Miró a Asher con el ceño fruncido, pero no siguió hablando. Suspiró mientras sus ojos oscuros seguían observándolo.
A pesar de las palabras, mantuvo la calma.
"Oye."
Asher miró a Elizabeth, curioso.
"¿Qué pasa?"
"Niño, ¿eres inocente, idiota o simplemente no sabes nada sobre una 'confesión' de una mujer hacia un hombre?"
"No."
Una respuesta clara y rápida, justo cuando Elizabeth terminó de hablar.
Irritada por las palabras de Asher, lo miró seriamente, frunciendo aún más el ceño mientras rechinaba los dientes al ver al imbécil frente a ella.
Suspirando, Asher desvió la mirada.
A decir verdad, no sabía nada de lo que Elizabeth estaba insinuando, pero no parecía algo realmente importante... ¿verdad?
Asher volvió a suspirar pesadamente y entonces miró nuevamente a Elizabeth.
Pero...
"¿Qué demonios...?"
Su maná irradiaba enojo.
Su mirada era severa mientras sus ojos afilados estaban puestos en él.
Tragó saliva al ver la actitud de Elizabeth, mientras sus ojos se abrían sorprendidos.
¿Qué le sucede?
¿Es acaso importante lo que dijo antes o simplemente está enojada por algo más?
No tenía idea.
Miró la intensa mirada de Elizabeth.
Era aterradora.
De hecho, no era la primera vez que Asher veía una mirada tan penetrante.
Esto solía suceder cuando las chicas se enojaban con él, pero... ¿por qué?
¿Por qué siempre era así?
¿Acaso las chicas guardaban rencor hacia él o era porque solía responder de una manera que ellas interpretaban de forma diferente?
Quizás era lo último, pero era innegable que Asher no entendía ciertas preguntas que las chicas le solían hacer.
Aun así, miró a Elizabeth y entonces preguntó:
"Ejem... Entonces, ¿me puedes explicar qué es una 'confesión'?"
"..."
Su mirada se intensificó aún más, mientras Asher tragaba saliva nuevamente y sus hombros se desplomaban.
Su corazón comenzó a latir con fuerza. Sentía que Elizabeth, de alguna manera, podría hacerle algo por su repentina pregunta.
Aun así, trató de mirarla a los ojos, intentando disimular.
Sus ojos se movían inquietos. Era difícil sostenerle la mirada, esos ojos daban miedo con solo verlos.
Realmente estaba enojada con él.
"Haa..."
Su mirada se relajó.
Asher, entonces, se tranquilizó.
Pero...
"Q-Qué haces... O-Oye, espera..."
Sus suaves dedos tocaron ambas mejillas de Asher, mientras el rostro de Elizabeth se acercaba peligrosamente al suyo, insinuando algo verdaderamente alarmante para él.
Esta situación nuevamente... Asher había visto este comportamiento algunas veces en Oriana y sabía exactamente qué sucedería.
Sin embargo, estaban en una cafetería, con varios cadetes pasando a cada segundo.
Si ella hacía lo que Asher estaba pensando, sería un escándalo.
No podía hacerlo.
Si lo hacía, sería un problema.
Si lo hacía, Asher podría terminar desmayado o algo peor.
Si Elizabeth aplicaba más presión con esos dedos, con una fuerza que él no podría resistir, sería su final.
Su mirada seguía fija en Asher. Pasaron los minutos, pero ella...
"Eh..."
Ella simplemente lo seguía mirando fijamente, con la misma mirada intensa de siempre.
"¿Qué es...?"
Plank.
Un suave golpe hizo retroceder un paso a Asher, sin embargo...
"Oye... Eso duele."
El golpe fue suave, pero aún así, doloroso.
Elizabeth se paró en la mesa de vidrio y se sentó en el borde, con la mirada aún fija en él.
"¿Por qué las mujeres actúan así?"
Fue un solo pensamiento, sin embargo, parecía que Elizabeth lo notó y entonces su voz llegó.
"Eres igual a todos los hombres."
"..."
¿A qué se refiere?
"Eh..."
Sin embargo, Asher no entendió nada.
A pesar de eso, la voz de Elizabeth volvió.
"Mmm... Siendo sincera, eres muy guapo, lindo y adorable a veces, pero..."
Su voz se detuvo y Asher observó a Elizabeth mientras sus palabras lo confundían.
"¿Yo, adorable...? Nunca esperé algo así."
De hecho, nunca se había considerado adorable, o algo por el estilo, que lo vieran de esa manera.
Sin embargo, fue inesperado.
Que esas palabras vinieran de Elizabeth, alguien prácticamente sin emociones, lo sorprendió.
Asher la miró, extrañado.
"Sueles ser muy idiota."
"..."
En ese momento, la cabeza de Asher explotó en varios pensamientos mientras su rostro palidecía.
"Eso... No es verdad."
"Sí que lo es. Deberías verte a ti mismo... Idiota."
"..."
Esa fue la gota que colmó el vaso.
Realmente era un idiota.
Quizás a veces se podría decir que hacía algo idiota, sin embargo, no era realmente así, ¿verdad?
Asher, completamente sorprendido, preguntó:
"Es imposible."
Era imposible. El verdadero idiota siempre había sido Encrid, no él. Así lo pensó siempre Asher, pero esto cambia muchas cosas.
¿O realmente lo miraban como a un idiota?
Si era así, entonces...
"No, no, eso no puede ser... No soy idiota, ¿verdad?"
"Dije que lo eres y lo serás."
"..."
"Haa..."
Asher suspiró pesadamente.
Esas palabras... habían herido su orgullo.
Se consideraba un genio en todo, sin embargo, este era su defecto.
Un idiota.
Pero, ¿qué era lo que lo hacía parecer un idiota?
"¿Por qué lo soy?"
"Porque no sabes nada de los sentimientos."
"¿Sentimientos...? ¿A qué te refieres?"
"¿Ves?"
"…"
Giró la mirada hacia los cadetes que pasaban, y entonces su voz llegó.
"Sentimientos, como..."
"¿Mmm? Por ejemplo, intenta enamorar a una chica."
"..."
Quizás Elizabeth lo consideraba un idiota, pero Asher sabía a qué se refería con "enamorar" a una chica. No era idiota en eso, definitivamente no lo era.
"Imposible... No sé nada de ese tipo de cosas, nunca lo he intentado y mucho menos experimentado. Apenas tengo emociones."
"Es así."
"Qué inútil, no puedes hacer algo tan fácil."
"..."
Sin embargo, no respondió a eso y entonces Asher trató de evitarla.
"Jeje, qué idiota. Entonces hagamos una apuesta."
"¿Apuesta?"
"Sí, así es."
Asher miró con interés las palabras de Elizabeth.
Si se trataba de apuestas, entonces estaba listo sin dudarlo.
Las apuestas eran sus mejores amigas, tenía confianza en ganar cualquier apuesta, fuera cual fuera, las ganaba todas.
Sin importar qué apuesta hubiera hecho alguna vez, todas resultaron acertadas. Incluso lo llegaron a llamar "El rey de las apuestas", un título obtenido por la mayor tasa de apuestas ganadas.
Asher tenía confianza esta vez.
"Te escucho."
"Qué interesante... Entonces te gustan las apuestas. Estamos en el mismo bando, niño."
Una sonrisa apareció en los labios de Elizabeth, mientras su curiosidad llegaba al tope al ver a Asher.
Realmente, a estos dos les gustaban las apuestas.
Luego, las palabras de Elizabeth salieron, y una sonrisa amplia, maliciosa y con un plan en mente, se dibujó en su rostro.
"Si no eres idiota en los sentimientos y no sabes nada, entonces..."
"..."
Asher supo hacia dónde iba esta conversación.
Sin embargo, no había vuelta atrás.
Era el rey de las apuestas, el que nunca había perdido.
Entonces, ¿por qué el miedo?
Asher miró a Elizabeth con gran confianza en sí mismo.
No importaba de qué se tratara, él ganaría esta apuesta.
"La apuesta es simple y bastante fácil en este momento."
"¿Qué es?"
"Intenta enamorar a tu amiga, Gloriana."
"..."
"¿Qué... fue eso?"
Su único pensamiento y las únicas palabras que menos esperó escuchar fueron lo que Elizabeth realmente sugirió.
De hecho, era un gran problema.
Enamorar a alguien.
Un tema que Asher nunca había tocado antes, ni siquiera había oído hablar de ello.
Era un espacio en el que simplemente no tenía idea de cómo actuar.
Esta apuesta...
Estaba perdido, sin dudarlo ni un segundo.
***
—Cambio de escena.
Ocho de la noche. Era el momento de la "cita importante" que Gloriana le había mencionado antes a Asher.
A estas horas, Asher llevaba su ropa habitual: moderna, pero sencilla.
Aunque era simple, con una chaqueta negra y pantalones negros, era cómoda.
Actualmente, estaba en la misma cafetería en la que había pasado casi todo el día.
Por supuesto, había pasado un rato en su habitación y en la biblioteca, unas cuantas horas, pero la mayor parte del tiempo estuvo en la cafetería.
Sin que se diera cuenta, las horas habían pasado, y al final regresó a la cafetería.
Estaba abierta toda la noche.
No había problema con estar aquí a altas horas de la noche, sin embargo, no era recomendable.
Si estabas fuera significaba que eras un holgazán y no entrenabas.
Asher entonces miró la hora.
Eran las 8:16. Había regresado a la cafetería hace menos de diez minutos y había pedido el mismo café de siempre.
"¿Por qué no cambias la apuesta?"
"No lo haré."
"¿Y si pierdo?"
"Entonces harás todo lo que diga."
"Eso es una broma, ¿verdad?"
¿Quién sabe qué haría Elizabeth?
Si era del tipo de situaciones donde lo convertía en su esclavo, Asher no podría soportarlo.
Sin embargo, siendo Elizabeth, ¿quién sabe qué haría con él?
Simplemente pensarlo le provocaba escalofríos.
"¿Por qué actúas así?"
"Ah, no... no es nada."
Como si leyera sus pensamientos, ella habló.
"Si haces todo lo que te digo, no tienes por qué tener miedo... no hago nada malo, ¿sabes?"
Entonces, ¿por qué tenía una sonrisa en su rostro mientras decía esas palabras?
Asher sintió miedo instintivamente ante sus palabras.
Esa mujer... era aterradora.
No se podía jugar con ella; de lo contrario, te haría algo malo. Sinceramente, era lo mismo con Oriana.
Sin embargo, Elizabeth mostraba algo aún más siniestro hacia Asher, superando incluso a Oriana.
Después de unos minutos, la puerta de la cafetería se abrió, revelando a una hermosa chica de cabello plateado y ojos rojos. Mientras su falda se movía suavemente, se notaba que era el uniforme de la academia.
Las chicas usaban una falda y una camisa similar a la de los chicos. Ambos uniformes compartían el mismo color y estilo, pero en lugar del pantalón de los hombres, las chicas llevaban falda.
Gloriana se acercó y se sentó frente a Asher.
Sin embargo, Asher seguía inmerso en sus pensamientos.
"Esta apuesta es muy difícil, pero no sería tan malo hacer esto también."
En realidad, Asher estaba dudando en cumplir con la apuesta.
En primer lugar, si realmente quisiera enamorar a Gloriana, lo haría cuando estuviera listo, pero no era esa su verdadera intención.
Era una apuesta que Elizabeth había propuesto.
Pero, ¿por qué la apuesta era enamorar a Gloriana?
Asher entonces se hizo una sola pregunta:
"¿Tendrá algo que ver con Gloriana?"
Quizás Elizabeth había notado algo en Gloriana que él no había visto.
Entonces, ¿por qué Elizabeth había iniciado la apuesta sobre enamorar a Gloriana?
¿Qué sentido tenía?
Asher decidió ir directo al grano y preguntó:
"Entonces, ¿qué es lo que querías decirme?"
"Eh, bueno..."
¿Estaba nerviosa o era solo su imaginación?
Asher notó que realmente quería decirle algo importante, sin embargo...
"Me preguntaba si..."
Su voz se cortó nuevamente.
Pero en ese momento...
"Esto es realmente molesto."
Asher miró a Eliza, que estaba sobre el hombro de Gloriana.
"Oye, mocoso, ella está pensando en..."
"Pensaba si querías ir a una mazmorra con los demás... jeje."
"..."
¿Una mazmorra? ¿Realmente era para eso?
Aunque, mirando la reacción de Gloriana, era obvio que en realidad iba a decir otra cosa.
Y esa otra cosa era lo que Eliza había estado a punto de mencionar, pero Gloriana la había interrumpido.
"Está bien."
Elizabeth y Eliza simplemente miraron a los dos con cierto enojo en sus rostros, pensando en una sola cosa:
"Es imposible acercar a estos dos."
Sinceramente, ese era el pensamiento de ambas hermanas hadas...
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