Anna no podía apartar la vista de Damien mientras se acercaba a ellos. No podía creer lo que acababa de escuchar.
—Damien, ven, ven, hijo mío —Elizabeth lo hizo más obvio. Si esta mujer es su madre, entonces él no se parece a ella en absoluto. Porque en comparación con Damien, su mentor de talento, su madre es un ángel. Cuando él se acercó a ellos—. Tía Evelina —Damien la saludó primero—. Evelina es su tía favorita, la que lo regañaba por sus malas acciones cuando era pequeño. Ella era la persona más temible para él en aquel entonces. Recordaba verla como un dragón rojo, porque cada vez que llegaba al palacio con sus hijos, siempre estaba tan enojada. Y se iría casi inmediatamente. Pero antes de irse, lo regañaba por las cosas más pequeñas.
Pero a lo largo de los años, se suavizó y siempre que venía a quejarse de Noah y su hermana a la reina, sonreía y hablaba con él. Se convirtió en una de las personas más amables para él.