Punto de vista de Kurtis
—¡Déjame ir! —grité, alejándome de él.
Todo había sucedido tan rápido que no tuve la oportunidad de hacer nada antes de que me arrancara de la habitación de Selene.
—¿Esa es la gratitud que recibo por salvarte de la muerte esta mañana? —se burló—. Un minuto más y Noé te habría atrapado en la habitación de su esposa y la última vez que revisé, tú y él no son exactamente amigos. Ya es suficiente con que su sobrino le cause problemas... y luego ¿tú? Vamos, Kurtis, tú y yo sabemos que él no va a ser tan indulgente contigo como lo es con Xavier.
—¿Y? —replico con brusquedad.
—Salvé tu vida y ahora me la debes —se rió y extendió sus manos al cielo—. Se siente tan bien ser yo mismo después de siglos de espera. No sé si es seguro decir que Selene es mi amuleto de la suerte porque desde que la conocí, la vida ha sido bastante estable y no tan sombría como solía ser.