Becca.
Al despertar al día siguiente, sentía la prisa por realizar todas las tareas pendientes. No tenía certeza sobre cuánto tiempo estaríamos en la casa sorpresa de Neal en la isla, pero presagiaba que nos tomaría un tiempo volver a la vida cotidiana.
No es que estuviera emocionado por esa perspectiva.
Luego estaba otro asunto en mi mente: mis padres. Después de mi conversación privada con Allegra sobre mi padre, pensé que sería mejor contarles acerca de nuestra isla sorpresa, omitiendo la razón principal hasta que llegaran. Intentar explicarlo todo por teléfono sería un desastre.
Así que opté por dejarlo de lado, mencionando simplemente que teníamos una casa sorpresa en la isla y que me gustaría que ellos y su esposa nos visitaran cuando regresaran a la ciudad, sin la presencia de Allegra y Neal. Era bastante sencillo. ¿Qué podría salir mal?