En algún lugar de la provincia Jiangnan, hay una mansión fuertemente vigilada.
Soldados están apostados aquí, en máxima alerta.
Esta es la residencia temporal de la familia Chen en la provincia Jiangnan.
En este momento, Chen Xuanwu miraba al hombre gravemente herido frente a él y reprendió furiosamente al Viejo Huang —Te envié a pedir ayuda, ¿cómo terminaste dejando a Ali en este estado?
—Esto... —El Viejo Huang vaciló.
—¡Habla!
El rostro de Chen Xuanwu se oscureció.
Hay un dicho que menciona que debes considerar al dueño cuando golpeas a un perro. ¡Pero que su propio hombre terminara herido de esta manera lo enfureció!
El Viejo Huang no se atrevió a desatenderlo y se apresuró a explicar —Esperamos tres horas en la Universidad de Jiangnan al Maestro Ren. Le explicamos nuestro propósito, pero el Maestro Ren aún así se negó a proveer tratamiento, lo que llevó a un conflicto.
—¿Le dijiste sobre la Piedra Espiritual?
—Lo hicimos, pero esta vez no se inmutó.