—Eh... —Sintiendo la mirada de Jophia Locke, Greg Jensen pensó que debía verse terrible y, sintiéndose bastante avergonzado, dijo:
— ¿Me veo realmente feo así?
—No, no, es muy... —La voz de Jophia Locke era tan suave que era casi inaudible—, muy guapo.
—Huh. —Greg Jensen no sabía si ella decía la verdad, pero decidió que no le importaba ya que solo estaban los dos aquí de todos modos.
¿Solo los dos?
Greg Jensen miró a la algo tímida Jophia Locke y no pudo evitar burlarse:
— Me trajiste aquí, ¿no tienes miedo de que tenga malas intenciones contigo?
La cabeza de Jophia Locke se levantó de golpe, un destello de cautela en sus ojos, pero luego se relajó, sonriendo suavemente:
— No, no eres una mala persona, y además, no estoy totalmente desprevenida.
—¿Ah? ¿Qué has preparado? —preguntó Greg Jensen, sorprendido.
Con una sonrisa, Jophia Locke adoptó una pose de taekwondo: